Al actual Barcelona, partidos en casa como el de mañana ante el Elche, tradicionalmente tranquilos y casi certeza de la consecución de los tres puntos, se le han convertido en auténticas finales y pruebas de fuego considerables. Ese es el nivel del actual conjunto blaugrana, no nos podemos engañar. No hace falta más que mirar la clasificación para ratificar esa sensación.
Pero el actual caminar del equipo hace precisamente que camine de final en final y que los puntos sean absolutamente necesarios. La maxima es que hay que ir sumando de tres en tres. No queda otra. Ir partido a partido, semana a semana recortando puntos a los rivales para estar en disposición en la recta final del campeonato de abordar al menos una plaza en Champions League pues parece que ya no le va a llegar a mucho más .
Es cierto que en los últimos partidos la llamada flor de Xavi se ha marchitado y se ha dejado cinco puntos en los dos choques en los que pudo haber logrado un mejor marcador . Es lo que hay.
Y ante el Elche será más de lo mismo. Sin demasiados hombres punta en quien recaer la necesidad goleadora y sin el instinto matador de muchos de ellos . Otra vez a estar pendientes de la fragilidad de Ousmane Dembelé y de la Juventud e insolencia de Abde. No queda otra. Sigue siendo el mal endémico de este equipo no tiene casi gol y así , por mucho que domines absolutamente el juego, es muy complicado ganar los partidos.
Habrá que confiar que el equipo siga creciendo y que vaya asimilando cada vez más y mejor las ideas que está tratando de inculcar su nuevo entrenador, Xavi, para que empiecen a verse los resultados. Ya lleva un mes al frente del equipo .Lo contrario empezaría a ser preocupante.
Al Barcelona le quedan estos dos partidos para acabar el año y cargar las pilas que buena falta le hace, y para recuperar efectivos de peso. Que también le hacen mucha falta, pero no puede descolgarse más.
El Elche será igual de duro que todos los equipos a los que se enfrenta esta temporada en la que no tiene el abrelatas Messi. Cerrados y ordenados atrás , con disciplina y un buen entrenador , Francisco, por cierto.
Como siempre y ahora más , la clave será abrir el marcador y exigir al rival a que salga de atrás, de lo contrario, más de lo mismo, a sufrir y sufrir . Es el sino de este año.