Y ante una situación muy delicada en la plantilla del Barcelona, con apenas 13 jugadores convocados del primer equipo ante un partido de la exigencia del duelo ante el Athletic de Bilbao, llegó la recta final del partido, con el encuentro por decidir y con muy poco recambios en el banquillo. en ese momento, Xavi miró a lo que tenía y apostó claramente por el talento y la juventud de la cantera. No había mucho donde elegir, pero había que apostar y arriesgar para meter Juventud en el equipo y refrescar la alineación. Y señaló a Marc Guiu, la última perla de la cantera que tuvo un debut triunfal, como casi casi de película. La primera pelota que tocó se convirtió en gol, y no en un gol cualquiera, sino en el gol de la victoria, con todo lo que significa importante para el equipo de engancharse a la lucha por el liderato y acercarse al Real Madrid en puertas del duelo directo que se disputará el próximo sábado en el estadio olímpico.
La primera parte del Barcelona no fue buena, bien al contrario, incluso pudo haber encajado algún gol de no ser por las siempre acertadas acciones del portero alemán Ter Stegen.
Tras comenzar bien se dió el control del partido al equipo bilbaíno que tuvo un momento de superioridad clara sobre el Barcelona y se pudo haber marchado al descanso, aunque fuera con una mínima renta.
Apenas destacable el rendimiento de João, Félix, Balde o Ter Stegen.
El resto navegó entre dos Aguas y apenas cumplió con su papel.
En la segunda parte, cambiaron las tornas y el Barcelona aceleró un poco el ritmo de la circulación del balón y realizó un partido mucho más completo. João Félix siguió siendo el faro, pero se unieron en la lucha Fermin, Ferran, y Gündogan.
Todo ello unido a los cambios que realizó el técnico y que revitalizaron el juego del equipo, permitieron el Barcelona disfrutar y disfrutar de muchos mejores oportunidades como la que tuvo nada más entrar al terreno de juego Guiu y que supuso la postre el gol de la victoria.
Son partidos de resultados más que de juego y que al final acaban sumando al término de la temporada. Son partidos entreguerras, ganando tiempo y crédito, ante lo que se avecina, el duro compromiso europeo ante el equipo ucraniano del Shakhtar o indiscutiblemente el partido frente al Real Madrid del sábado que viene con la plantilla muy diezmada por las ausencias.
Todo eso condiciona indiscutiblemente el rendimiento del equipo y por tanto cabe valorar más positivamente la importante victoria conseguida ayer en las circunstancias en las que se estaba.