REGULACIÓN ALQUILER

Drástica caída de la oferta de pisos de alquiler en Barcelona tras implantarse la ley catalana de control de precios

Según un estudio del portal Idealista, el número de viviendas disponibles para arrendar en la Ciudad Condal se ha reducido un 42% con respecto al año anterior.

ondacero.es

Madrid | 08.09.2021 06:04

Una mujer con mascarilla pasa ante un comercio cerrado con varios carteles que anuncian su alquiler
Una mujer con mascarilla pasa ante un comercio cerrado con varios carteles que anuncian su alquiler | Agencia EFE

Un año después de la entrada en vigor de la ley catalana del alquiler que limita los precios, las rentas en Barcelona han bajado el 8,2% , según un estudio del portal Idealista, una caída inferior a la registrada en la Comunidad de Madrid (9,3%) que tiene un área de alquiler similar, aunque sin controles.

En Barcelona los alquileres habían empezado a bajar antes de la pandemia, precisamente en 2019. Los máximos que se alcanzaron hace dos años las rentas han descendido un 12%, frente al 9,9% en Madrid. Además, los precios de los alquileres, según los datos recogidos por el portal, han bajado también en otras ciudades donde habían acumulado fuertes subidas, por ejemplo en como en Palma de Mallorca (-5%) o en Sevilla (-1,7%).

Este descenso de las rentas, después de la aplicación de la ley de alquileres catalana, se debe a que los propietarios son más reacios a aceptar rebajas en los precios ya que que no podrán volver a subir las rentas en los próximos contratos, ni aún si la economía mejora o si sube la inflación.

El mayor impacto de la ley catalana es la reducción de viviendas disponibles

El número de pisos disponibles para arrendar en Barcelona ha caído un 42% respecto a septiembre del año pasado y se sitúa en 10.900 viviendas. Este descenso se produce en un momento en el que el número de pisos disponibles se había duplicado porque no se habían podido alquilar por el confinamiento, reconoce Idealista. Pero es mucho mayor que en las otras grandes capitales españolas: la reducción de oferta respecto pasado año ha sido del 22% en Madrid, el 14% en Palma de Mallorca y el 25% en Sevilla, entre las grandes capitales.

Sin embargo, con respecto a septiembre de 2019, en la Ciudad Condal hay un 13% más de pisos en alquiler, pero sigue siendo la más inferior entre las capitales. En los últimos años en todas las grandes ciudades han aumentado los pisos disponibles para arrendar debido el trasvase de vivienda turística al alquiler convencional, la reducción de pisos de estudiantes por las clases online o la falta de movilidad internacional que ha impedido la llegada de trabajadores o estudiantes internacionales a España.

Mayor dificultad a la hora de alquilar una vivienda familiar

La reducción de la oferta en Barcelona ha provocado que la presión de la demanda se esté disparando y que cada vez sea más difícil que una familia pueda alquilar una vivienda. El índice de demanda relativa que mide el número de contactos que recibe de media cada anuncio de alquiler en septiembre, se ha situado en 4,8, el punto más alto de su serie histórica, cuando hace un año era de solo 1,7.

Francisco Iñareta, portavoz del portal, asegura que los futuros inquilinos tienen ahora "un mercado más reducido lo que dificultará aún más el acceso a piso de alquiler", y explica que la única manera de garantizar un "alquiler asequible" es ampliando el parque de viviendas "como se vio en la primavera y el verano de 2020, cuando la oferta creció de tal forma que impactó de forma inmediata en los precios de las grandes ciudades, que cayeron con fuerza”, resalta.

¿Cómo funciona la regulación de precios del alquiler en Barcelona?

El pasado 22 de septiembre de 2020 entró en vigor la Ley de medidas urgentes en materia de contención de rentas en los contratos de arrendamiento de vivienda, cuyo objetivo es contener los precios del alquiler y que se aplican a los nuevos contratos.

Según la Generalitat, la ley se aplica, por un lado, a las áreas de mercado de vivienda, es decir, aquellas zonas donde hay riesgo de abastecimiento suficiente de vivienda de alquiler asequible -60 municipios catalanes que tienen más de 20.000 habitantes-, y por otro a las viviendas que estén destinados a residencias permanentes.

En estos casos, según la ley, el precio no puede aumentar respecto al contrato anterior -si fue firmado en los últimos cinco años- y no podrá superar el índice de referencia de precios de la Generalitat. No obstante, existen excepciones en caso de obra nueva, si existe relación de parentesco o bien si la persona propietaria es vulnerable.

Sin embargo, según profesionales del sector, esta regulación ha provocado un frenazo en el mercado del alquiler, ya que hay propietarios que han preferido poner sus pisos en venta o inversores que valoran mercados alternativos al del alquiler. Por su parte, el Sindicato de Inquilinos denuncia que las inmobiliarias incumplen la normativa.