El recorrido por su infancia y el futuro mensaje para su hijo fueron los dos momentos más emotivos del Pregón de la Semana Santa de Valladolid. Visiblemente emocionada, y con lágrimas asomando a sus mejillas, la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, remarcó el papel de la Semana Santa como virtud para 'ayudar a entendernos como españoles y como seña de identidad'. La Catedral se quedó pequeña para la celebración del Pregón, con el que se abre oficialmente la puerta la Pasión vallisoletana.