Los manifestantes aseguran que no hay otra opción que encerrarse en las sedes de bancos y cajas ya que, afirman las familias se sienten engañadas en las negociaciones para evitar esos desahucios. Los momentos de mayor tensión se vivieron cuando las personas que protestaban en el interior de esas entidades, solicitaron a la Policía que consintiera la entrada de alimentos, una petición que fue rechazada por el Ministerio de Interior. No obstante, accedieron a que se facilitara su medicación a uno de los "encerrados".