Los hechos ocurrieron el pasado verano cuando la niña se encontraba bajo la custodia del padre en una piscina.
Al negarse a ir a la ducha, el padre propinó un azote a la menor marcando los cinco dedos de su mano en el cuerpo de la niña.
Cuando la menor regresó bajo la custodia de su madre, esta denunció el hecho al comprobar que todavía seguían marcados los dedos en el cuerpo de su hija como consecuencia del azote.
Ahora, la Audiencia Provincial de Palencia considera que podrían existir indicios de la comisión de un delito leve de maltrato doméstico.