En un comunicado, la asociación La Braña, afirma que "ante la avalancha de proyectos de instalaciones eólicas y solares en el norte de la provincia, el colectivo conservacionista ha presentado alegaciones a los cinco proyectos que actualmente amenazan con su impacto a los municipios de Aguilar de Campoo, Cervera de Pisuerga, Salinas de Pisuerga, Barruelo de Santullán y Brañosera"
Las dos centrales eólicas denominadas “Rubagón“ y “Pisuerga”, suman un total de 18 aerogeneradores de más de 220 metros de altura, es decir, como 11 Cristos del Otero, uno encima de otro. Asimismo, las tres centrales solares, denominadas “Cillamayor”, “Callisto” y “Europa”, pretenden colocar decenas de miles de placas solares en torno a la localidad de Matamorisca, perteneciente a Aguilar de Campóo, cubriendo una superficie equivalente a 226 campos de fútbol. Al impacto de estas instalaciones privadas en terreno público, hay que sumar las líneas aéreas de evacuación de energía y las instalaciones transformadoras, con su efecto directo sobre el paisaje, la destrucción de hábitats, la muerte constante de aves y quirópteros y los perniciosos efectos sobre la salud de las personas por los campos electromagnéticos que generarían.
La Braña se suma así al "resto de colectivos ecologistas de la provincia y de la vecina Cantabria, que en diversas plataformas están informando a las poblaciones afectadas de lo que se les viene encima. Y es que, si fueran tan “ecológicas”, los colectivos ecologistas no presentarían alegaciones. Y si su impacto fuera “tan insignificante” para nuestro patrimonio cultural e histórico, los colectivos que defienden estos valores, como la Fundación Santa María La Real o la Piedad Isla, no alegarían en contra. Y si el impacto sobre el turismo fuera “tan ridículo”, como afirman los promotores, la Red de Turismo de Palencia no habría alegado en contra"
Cientos de alegaciones particulares han sido presentadas hasta el pasado viernes contra estos monstruos, sumándose a las de numerosos colectivos que también quieren frenar esta insensatez, y eso a pesar de disponer de menos de un mes para estudiar los cinco proyectos, redactar las alegaciones y presentarlas. “Si dispusiéramos del mismo tiempo para presentar las alegaciones que el que tienen las empresas para hacer sus proyectos, multiplicaríamos por diez las presentadas, pero apenas hemos tenido una semana para hacerlo”.
La Braña confía en que los ayuntamientos y pedanías afectados también hayan alegado en contra, ya que esta barbaridad atentaría contra los valores que todas las administraciones siempre han defendido y vendido de nuestra Montaña Palentina. Además, está claro que estas industrias no generan empleo y sí espantan a nuevos pobladores, reduciendo significativamente el valor de los inmuebles o de las fincas que se encuentran a su alrededor, como ya ha ocurrido tras la puesta en marcha de la ilegal central eólica de “El Pical” entre Barruelo y Brañosera hace 22 años.
La Braña recuerda también que: “tomaremos cuantas medidas legales sean precisas para evitar estas industrias”.