Con un tono de voz muy bajo y utilizando casi siempre monosílabos, el hombre ha manifestado que no se acuerda de como apuñalo a las dos mujeres, cual fue el motivo, y tampoco recuerda a quien acuchilló primero.
Asegura que la madre y la hija le acosaban, al final apenas se hablaban, y que le dejaron arruinado, sin dinero en el banco y con varias deudas, una situación que le agobió.
El acusado afirma que no tenía intención de matarlas y no planificó los hechos.
Ha declarado que estaba arrepentido por unos hechos que dice había reconocido desde el primer momento ante la Guardia Civil.
El acusado ha señalado que se estaba medicando por problemas depresivos, que había ido en alguna ocasión al psiquiatra, y que a pesar de que le habían recomendado tomar medicación él no la estaba tomando.
TESTIGOS
En el juicio también ha testificado una vecina. Ha dicho que la mujer del acusado llamó a la puerta de su vivienda cuando huía de su marido, quien ya le había asestado varias puñaladas.
Ha contado que el hombre llevaba un cuchillo en la mano y que cuando le preguntó qué es lo que había hecho, el acusado le respondió que mató a las dos y que le habían dejado sin dinero.
La mujer asesinada tenía otras dos hijas. Una de ellas ha declarado que el mismo día en que ocurrieron los hechos, su madre tenía intención de separarse e irse a vivir a otro sitio.
La fiscalía pide para el acusado 48 años y medio de cárcel por dos delitos de asesinato, mientras que las acusaciones particulares elevan esta pena a los 50 años.
La defensa, por su parte, solicita la libre absolución de su cliente al entender que actuó de esa forma porque tenía mermadas sus capacidades mentales.