Tres de las familias de los nueve menores que supuestamente sufrieron abusos por parte del sacerdote se personarán en el caso como acusación particular.
El sacerdote, que fue inmediatamente apartado de su labor de formación en el seminario diocesano de Ciudad Real y del ejercicio de su profesión tras conocerse el caso hace algo más de un año y medio, tendrá finalmente que sentarse ante el juez.
El caso de este sacerdote se conoció en marzo de 2016 por una denuncia de la Fiscalía de Ciudad Real a raíz de que la Diócesis de Ciudad Real, a través del rector del Seminario Diocesano, pusiera en su conocimiento el resultado de la investigación interna a este sacerdote, encargado del grupo de alumnos de la ESO del centro.
Esta investigación se entregó a la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma el 9 de febrero de 2016 y se presentó a su vez ante la Fiscalía de Ciudad Real el 15 de febrero.
De la investigación, en este tiempo, se ha hecho cargo la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ciudad Real.