El PP asegura que el arbolado de la capital sufre la apatía de Zamora y que, por su culpa, las calles de Ciudad Real viven un permanente otoño. La concejala popular, Rosario Roncero, se ha referido al retraso en el tratamiento de los árboles, lo que ha provocado que la plaga de gusanos conocidos como galeruca se haya propagado por toda la ciudad. Además, las calles están siempre llenas de hojas y los árboles se debilitan. Roncero ha indicado que el consistorio solo ha tratado 500 de los 3.000 olmos que hay en Ciudad Real y se han recibido multitud de quejas por parte de los vecinos.
Según Rosario Roncero, la alcaldesa ha errado en materia medioambiental, nombró primero como concejal a un experto en medioambiente pero después lo ceso para nombrar a otra persona que, en su opinión, ha empeorado las zonas verdes de la capital.