Pese a sus esfuerzos, el Duque seduce a Gilda y Rigoletto, desesperado, trama una venganza contratando a un asesino. Pero el plan se tuerce: Gilda, aún enamorada, se sacrifica para salvar al Duque y muere en brazos de su padre. La maldición que abre la ópera se cumple y Rigoletto queda destruido al descubrir el cadáver de su hija.
Verdi compuso "Rigoletto" en un momento de plena madurez creativa. Tras el éxito de "Luisa Miller", buscaba un argumento más atrevido y encontró en "Le roi s’amuse de Victor Hugo" un drama potente, oscuro y profundamente humano.
La censura austriaca en Italia complicó el proyecto: rechazaba la crudeza del texto y la figura del monarca libertino. Verdi tuvo que negociar y reescribir parte de la trama, cambiando el rey por un duque y adaptando escenas.
Finalmente, el estreno en La Fenice de Venecia en 1851 fue un triunfo inmediato. "Rigoletto" marcó un paso decisivo hacia un Verdi más teatral, más psicológico y más moderno.

