El presidente del Partido Popular, Álvaro Queipo, remarcó la postura del partido respecto a la lengua asturiana, “que no puede ser más clara, porque no nos hemos movido ni un ápice: promover su uso y promoción desde la libertad y sin imposiciones, respetando la voluntariedad en su utilización y aprendizaje; decimos sí al asturiano y no a la obligatoriedad”.
Álvaro Queipo quiso, en primer lugar, pedir disculpas en nombre de la política asturiana “por el espectáculo que se está mostrando en torno a nuestras lenguas. Adrián Barbón vuelve a utilizar la cooficialidad del asturiano por su interés, para desviar la atención del fracaso de su gestión, como arma arrojadiza y motivo de división y crispación, cuando el propio presidente dijo al principio de esta legislatura que el tema de la oficialidad estaba muerto”.
“El objetivo de Barbón no es la cooficialidad del asturiano y del eonaviego, si lo fuese ya serán lenguas cooficiales desde la pasada legislatura, cuando ya estuvo enredando con la oficialidad del asturiano para nada; cuando puedo hacerlo porque se lo permitía la aritmética parlamentaria, no aprobó la reforma de Estatuto, y lo propone ahora que no puede, y lo sabe, pero porque con la lengua busca un elemento de distracción, crear barreras y que sea fuente de ataque político al adversario”, subrayó.
En este sentido, el presidente popular destacó que por una cuestión de legitimación democrática el PP debe ser coherente con lo que se prometió a los más de 175.000 asturianos que votaron al partido en las últimas elecciones democráticas: “En ningún momento se prometió reformar el Estatuto de Autonomía, y no soy como Pedro Sánchez, ni tampoco como Adrián Barbón”.
Queipo recalcó que el PP no va a negociar ninguna reforma del Estatuto de Autonomía que implique la obligatoriedad de las lenguas asturianas, y añadió que “el asturiano y el eonaviego son un motivo de orgullo para Asturias que debemos promover y proteger; con un Gobierno del Partido Popular, las lenguas asturianas estarán a salvo, tanto de quienes las quieren enmudecer, como de quienes quieren aprovecharse de ellas con fines personalistas y partidistas”.
“No todos los partidos han sido igual de claros que el Partido Popular, y no todos son tan sinceros”, y agregó que “los mismos que querían decir quienes éramos demócratas y quienes no, ahora nos pretenden decir quiénes son buenos asturianos y quienes no. Nadie nos tiene que decir cómo sentirnos asturianos, ni cómo asturianistas, y mucho menos el PSOE o Barbón”.
El presidente del PP criticó que, con motivo del asturiano, es la primera vez que el líder de la oposición recibe una invitación formal de Barbón para tratar un asunto que afecte a Asturias, “y no será porque hayan pasado pocas cosas en los meses que llevamos de legislatura”.
A este respecto, citó que no recibió llamada alguna del presidente cuando negoció y aprobó la ley de Impulso Demográfico; o la ley de Escuelas de 0 a 3 años; cuando Sánchez pactó su investidura con el independentismo catalán, perjudicando a Asturias; con las grandes manifestaciones del campo
asturiano; con la reforma, sin previo aviso, de las áreas sanitarias; con los retrasos de los trenes Avril, la mentira del vial de Jove o la nueva paralización del nudo de Serín; cuando Arcelor dejó entrever la posibilidad de abandonar Asturias; cuando se anunció el cierre de Sekurit, o cuando Asturias aparece como la región con menor tasa de actividad de España.
“Estos son los hechos de Barbón: dar a la espalda a los problemas de Asturias, huir del más mínimo consenso y no contar nunca con el principal partido de la oposición; suponemos que ahora habrá encontrado la iluminación para trasladar el imposible de un modelo de cooficialidad amable que no implique obligatoriedad”, indicó.
Álvaro Queipo señaló que acudirá a la reunión convocada por Barbón el próximo 23 de mayo “por responsabilidad institucional, y también por una mera curiosidad, esperando que en esa reunión intrascendente Barbón muestre su modelo de cooficialidad amable, que no ha nacido aún el ser humano que la conozca”.
Asimismo, afirmó que asistirá en representación de “la Asturias sensata, el asturianismo pragmático, de la región trabajadora que lleva 40 años esperando por respuestas que nunca llegan, y que clama por un cambio de rumbo en nuestra tierra, porque Barbón ha confirmado que ya no está en condiciones de aportar nada a Asturias”.