Recuperados de la derrota sufrida en Valladolid, el Unicaja Banco Oviedo volvió a dar una alegría a su público y doblegó a uno de los aspirantes al ascenso, el Granada, por un apretado 80-76 y con el equipo demostrando temple en la recta final para solventar un duelo muy comprometido.
La igualdad del duelo se ve al analizar las estadísticas y el hecho e que ninguno de los dos equipos hubiese dispuesto de una renta superior a los seis puntos en todo el encuentro. Hubo alternancia en el luminoso durante los cuatro cuartos y así se llegó al tramo final.
Oliver Arteaga volvió a ser un pilar fundamental del equipo. Un tapón suyo y un rebote, que le convierte en el máximo reboteador de la historia de la LEB Oro con 2753 capturas, permitieron al equipo ponerse en ventaja a falta de 40 segundos. Pese a los intentos granadinos, el conjunto ovetense aguantó las acometidas y se llevó la sexta victoria en ocho encuentros, para confirmar el espléndido arranque de competición.
Natxo Lezkano se mostró orgulloso del trabajo de su equipo y agradeció el apoyo de una grada que volvió a estar volcada con los suyos.