RUBÉN ESCUDERO

Un descenso del Sella que te cambia la vida

Rubén Escudero tiene 18 años, lleva 11 en una piragua, y sabe muy bien lo que es ganar. También perder, que hay que saber llevarlo y aprender de ello. Compite entre los mejores y se esfuerza por mejorar, pero todo empezó por casualidad. Sus padres, que se han metido también en este mundillo de piraguas, le llevaron a bajar el sella. Y hasta hoy.

Guillermo Figueroa

Gijón |

Su distancia preferida es el K1 500, una distancia muy técnica y que requiere una estrategia clara para que no lleguen las temidas pájaras. Sin embargo, se le dan bien otras distancias y la mentalidad sigue siendo la misma: darlo todo, saber que lo has hecho lo mejor que has podido. Por lo que entendemos es incapaz de no darlo ni siquiera cuando está divirtiéndose con sus amigos. Por algo todos quieren ir con él.

Su sueño es llegar a participar en unas olimpiadas. Superar a uno de sus referentes como Saúl Craviotto ya son palabras mayores. Entrenar con el equipo olímpico español cerca puede ser una ayuda, porque reciben consejos, le ven y le motiva. Sabe que debe cuidar mucho su físico, sin dejar de lado la cabeza. Tuvo que aprender a apartar los pensamientos malos antes de una carrera, y a juzgar por lo bien que duerme el día antes lo ha conseguido. Hay que ser fuerte porque no todas las veces estás igual, al cien por cien. Prefiere competir solo, aunque es divertido cuando le toca remar con otros compañeros.

Rubén tampoco parece que apueste por las cosas fáciles. Aunque sabe que será muy complicado vivir del deporte por muy bien que se le de la piragua, no piensa en dejarlo ni aflojar el ritmo por mucho que le cueste compaginar estudios, entrenamientos y la vida de un joven de 18. No se imagina una vida sin una piragua. Y para ponerlo más fácil, quiere estudiar Ingeniería Técnica Industrial en la EPI. La pasión es clave.

Nuestra PROMESA DEPORTIVA anima a probarlo. Es un deporte que aporta mucho, te permite conocer gente. Lamenta que Gijón haya perdido el anillo navegable porque era una cantera muy importante. Aunque esté el puerto deportivo ahora, no es lo mismo y complica las cosas para muchos niños y niñas que están empezando.