El buque insignia del Laboratorio Subterráneo de Canfranc es el proyecto Next, que busca conocer lo que sucedió en el primer segundo del universo y cómo se formó la materia. Asimismo, el centro acoge otro proyecto internacional, liderado por la Universidad de Tokio, que trabaja en la construcción y explotación del mayor telescopio de neutrinos que se va a instalar en el interior de una montaña. Se trata de las dos principales líneas de investigación del centro que el director del laboratorio, Carlos Peña, ha presentado hoy en la Cámara de Comercio de Huesca con la idea de que las empresas e industrias de la provincia puedan aprovechar las oportunidades de negocio que ofrecen.
En concreto, para la construcción del telescopio de neutrinos, Peña espera que muchos de los componentes puedan fabricarse en empresas e industrias de Huesca.
Con el objetivo de que empresas y emprendedores se puedan instalar en el entorno del laboratorio para convertirse en proveedores del mismo, se ha firmado un acuerdo con el Ayuntamiento de Canfranc para la apertura de una zona de co-working, unas naves que se ubicarán en la zona de salida del túnel de ferrocarril. La idea es que en dicho espacio autónomos, inversores o delegaciones de empresas puedan tener contacto permanente y en el día a día del laboratorio.
En el laboratorio de Canfranc, trabajan a diario 20 trabajadores. A esto hay que sumar lo más de 260 investigadores e ingenieros de 30 universidades y centros de investigación de hasta 11 países que llevan a cabo allí sus diseños y experimentos. Un centro que en el arranque del año ha visto asegurado su futuro. Y es que la Consejería de Ciencia ha renovado y ampliado el convenio que mantiene con el Ministerio de Ciencia e Innovación y con la Universidad de Zaragoza. El laboratorio recibirá 16 millones de euros, lo que asegura su financiación hasta el año 2031.
