Estos datos han obligado a que en el hospital Clínico de Zaragoza se haya abierto una unidad de hospitalización a domicilio con 20 camas ubicada en la tercera planta de la residencia COVID de Casetas. De este modo se aprovechan las instalaciones del centro, gestionado por el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales, para liberar camas del Clínico.
Durante estos meses de pandemia, los profesionales sanitarios están asumiendo una sobrecarga de trabajo. Por eso, los sindicatos reclaman que ese esfuerzo se reconozca y se recompense como ya ha sucedido en otras Comunidades Autónomas. Además, piden que se amplíen las plantillas para cubrir las próximas jubilaciones.
Esta situación también ha desvelado la precaria situación de los MIR. Denuncian que tienen que afrontar problemas como la falta de tutorización y largas jornadas para no contratar más personal. Su portavoz, Carlos Hammons, reclama que se regulen las libranzas y un complemento económico por la labor asistencial que realizan.