No suele ser buena cosa achacar al mal fario y a una injusticia llegada desde algún lugar insondable los malos resultados de un equipo. El Sevilla necesita ganar, no merecerlo ni jugar exquisitamente al fútbol (que tampoco lo hace). Y el Sevilla no gana. Y dice su entrenador que "hay que trabajar para empujar a que la suerte caiga de nuestro lado". También ha asegurado que "el fútbol está siendo injusto con nosotros. Toca tragar, comerse la injusticia y pensar que la única forma de salir adelante es el trabajo. Estamos dando mucho pero no llega la recompensa. Pero tengo claro que la recompensa está cerca".
El técnico sevillista se ha mostrado muy satisfecho con el juego de su equipo "en Anoeta, ante el PSV y hoy con el Villarreal", pero resulta que de esos partidos no ganó ninguno. También sacó pecho por los "innumerables centros al area", pero la realidad es que en el casillero de los goles sólo pone un 1 y en el de tiros a puerta un 4. Algo falla. Dice que "no se puede recriminar nada a los futbolistas". Quizás haya que hacerlo al entrenador. Preguntado Víctor Orta, director deportivo, si en el club están con el entrenador ha respondido: "a muerte. Siempre". Y cuestionado Alonso sobre si le preocupa una posible destitución, contestó que "lo que me preocupa es el Sevilla, no hablo de mí. Me siento con fuerzas. Me ratifican los jugadores siguiéndome". A ver si le siguen también las victorias.