Son las casualidades y las paradojas de la vida. Tenemos que hablar de sequía justo hoy, después de que haya llovido, poco pero algo es algo, y vaya a llover según la previsión. Y tenemos porque la situación va a peor. No es que dé miedo, aprovechando lo de Halloween, pero ya es más que preocupante.
Con la misma idea de todas las veces anteriores que se han adoptado medidas o hecho recomendaciones, el Gobierno andaluz ha prohibido usar agua potable para lo que no sea consumo esencial. Claro, y dirán ¿y qué es consumo esencial? Hombre, pues se entiende que ducharse, lavarse, asearse es algo esencial; beber, más aun si cabe. Lo demás, no lo es. O no se considera.
¿Y cuál es esa idea, ese objetivo de las medidas y consejos acordados desde hace ya meses? Pues que no ocurra precisamente lo que está pasando: que sigan aumentando las restricciones; evitar en última instancia los cortes en el suministro. Ya ocurrió hace unos 18 años. Y ya está ocurriendo en algunas poblaciones de la provincia.
No parece tan difícil.