El paro registrado en Marbella el pasado noviembre provoca varias y a primera vista encontradas reflexiones.
Como siempre ocurre, en noviembre aumentan los vecinos sin trabajo. Como siempre ocurre, son menos que el año anterior. Como siempre ocurre, el dato es el mejor desde 2007, antes de que llegara la gran crisis de 2008. Como siempre ocurre, Marbella se ha recuperado antes; de aquella época, del COVID, de la inflación, de la invasión a Ucrania y del conflicto entre Hamas e Israel.
¿Todo igual entonces? No. Profundizando un poco más en los números resulta que este año la subida en noviembre respecto a octubre ha sido mayor que en 2022. Poco más, pero mayor en definitiva.
¿Por qué? En el Ayuntamiento usan ese comodín habitual en cuestiones económicas cuando no hay explicación aparente de “ajustes del mercado”. O cuando no interesa siquiera preguntarse el porqué de las cosas, que no parece ser el caso porque en cuestiones de empleo se reparten los logros y los fracasos: el Estado tiene las competencias y dicta las leyes; el Consistorio los programas, planes y demás herramientas.
No parece tan difícil.