Varios hoteleros de Marbella estaban llamados ayer a participar en una jornada programada para debatir y analizar las soluciones y estrategias para consolidar la recuperación del sector. Así rezaba parte del nombre de una de las mesas organizadas.
Luego el asunto se centró sobre todo en qué tipo de visitante vamos a tener en 2023, cuánto va a estar por aquí y qué cantidad se va a gastar. Y según los profesionales, habrá cambios. Buenos para todos, a tenor de que decían. Porque si en lugar de venir 10 lo hacen 5 pero se gastan el triple, salimos ganando todos ¿no? Más rentabilidad económica para los empresarios y menos agobio por estar la ciudad saturada, que eso también es calidad de vida.
Y una curiosidad, positiva. El turismo en Marbella y la Costa del Sol se resiste a caer en la crisis que los gurús económicos llevan anunciando meses.