Habrá que esperar los habituales balances de hoteles, bares y comercios para saber cómo ha ido la Semana Santa 2023 en Marbella, pero a simple vista, nunca mejor dicho, ha sido muy buena y esperanzadora de cara a lo que viene inmediatamente por delante, si además se mantienen estas temperaturas.
Serán números, de traducirse en ellos lo que cualquiera ha podido ver, como decíamos, que se añadirán a otros que, de nuevo, demuestran la fuerza y resistencia que tiene la ciudad. La crisis, recesión o mala situación económica rebotan en esa armadura que rodea al municipio, formada, entre otros, por el mercado inmobiliario.
2022 batió récord absoluto en la compra-venta de inmuebles con cifras contundentes: casi el 20% de aumento respecto a 2021 que ya se colocó en lo alto de la clasificación, y el 50% de subida con relación a la referencia estrella; 2019, antes de la pandemia.
Y aquí también se podía intuir a poco que uno se fijase yendo por la calle. No se abren agencias inmobiliarias una detrás de otra porque sí. Profundizando más, las notarías están llenas por algo.