La primera fase del Metro conectará los dos distritos más poblados de la capital con las estaciones de ferrocarriles y autobuses y se trata de la puesta en marcha del 83% de la extensión total del suburbano, dejando en un aparte el tramo centro, que se mantiene en el aire por la disputa entre Junta y Ayuntamiento, que no definen si será o no soterrado.