Aprovechaban el confinamiento para robar en naves y establecimientos
La Policía Nacional ha desarticulado en Málaga un grupo criminal dedicado al robo en el interior de naves industriales y establecimientos comerciales.
La operación denominada “Bollo”, ha culminado con la detención de siete de sus integrantes -entre ellos el principal investigado y cabecilla de la trama- a los que se les relaciona con dos robos con fuerza perpetrados en viviendas mientras sus moradores permanecían en el interior, así como otros 12 robos más, cometidos en distintos establecimientos comerciales y naves industriales de la capital malagueña.
La investigación se inició al detectase varios robos en establecimientos y naves industriales de la capital malagueña. Tras las comprobaciones pertinentes, los agentes encontraron numerosas coincidencias entre todos ellos.
Avanzada la investigación, los agentes averiguaron que detrás de los robos había una red criminal asentada en la zona norte de Málaga y que uno de sus miembros podría estar relacionado con un robo mediante escalo perpetrado en una vivienda habitada de Málaga.
Idéntico modus operandi
Según las pesquisas, los investigados actuaban de idéntica manera siempre en horas nocturnas y principalmente en polígonos industriales. Una vez fijado el objetivo, accedían al inmueble o nave industrial, bien mediante escalo, bien rompiendo las cerraduras de las puertas.
Cada uno de los componentes desempeñaba una función determinada dentro de la red. Así, mientras unos eran los encargados de facilitar información al grupo sobre el posible objetivo – también llamados “santos” o “informadores”-, otros integrantes distribuidos en subgrupos eran los responsables de materializar el robo – entre ellos el cabecilla de la trama-. El resto se encargaba de dar salida al botín.
Tres vehículos recuperados
En el registro efectuado en la vivienda del principal investigado se intervinieron, entre otros efectos, decenas de herramientas y útiles para el robo, equipos informáticos, teléfonos, televisores, electrodomésticos, una decena de patines eléctricos y cuatro vehículos -tres de ellos robados-.
La Operación Bollo concluyó con la desarticulación del entramado criminal y la puesta a disposición judicial de la mayor parte de sus miembros. Esta investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones
Actitud violenta de los miembros del grupo
Durante las detenciones, los integrantes del grupo no dudaron en usar la violencia para evitar sus arrestos, tanto es así, que una de las actuaciones policiales arrollaron dos vehículos policiales que quedaron totalmente inutilizados y varios funcionarios resultaron con lesiones leves.