El austríaco Matthias Walkner (KTM) ganó el Dakar 2018 en motos tras una etapa, la decimocuarta y última, que se adjudicó el argentino Kevin Benavides (Honda) para asegurarse el segundo lugar del podio. Walkner se convierte así en el primer austríaco en ganar el rally más duro del mundo, y lo hace además a bordo de una moto austríaca, de la misma marca que domina el Dakar desde hace diecisiete años, pese a que esta vez los pilotos de Honda y Yamaha plantaron mucha batalla.
Benavides se quedó a 16 minutos y 53 segundos de Walkner, mientras que la tercera posición fue para el australiano Toby Price (KTM), ganador del Dakar en 2016. En la quinta posición de la clasificación general quedó el español Gerard Farrés, que ocupó el tercer lugar del podio en el Dakar 2017. Por su parte, el también español Oriol Mena (Hero), que corría su primer Dakar, terminó en la séptima posición, consolidado como el mejor piloto debutante en motos, mientras que su compatriota Dani Oliveras fue noveno.
En el octavo y décimo lugares quedaron, respectivamente, los chilenos Pablo Quintanilla (Husqvarna) y Nacho Cornejo (Honda). A la meta no llegaron algunos de los pilotos favoritos para ganar este Dakar, como el campeón del año pasado, el británico Sam Sunderland (KTM), el español Joan Barreda (Honda) y el francés Adrien Van Beveren (Yamaha), quienes abandonaron la carrera en etapas anteriores.
Los pilotos de motos disputaron once etapas y media de las catorce inicialmente previstas, pues una fue cancelada por lluvia, otra no se disputó ante la negativa de los pilotos a participar después de que la organización les cambiara el recorrido y otro tramo de otra etapa fue cancelado por niebla. Tras disputarse los 120 kilómetros cronometrados la decimocuarta etapa, los pilotos se dirigirán al centro de la ciudad de Córdoba (Argentina) para pasar por el podio de meta, una celebración que pondrá punto final a dos semanas de competición en la que recorrieron cerca de 9.000 kilómetros por Perú, Bolivia y Argentina.
El Dakar 2018 termina así su cuadragésima edición, la décima que se celebra en Sudamérica y una de las más duras de los últimos años, en la que menos de la mitad de los participantes que tomaron la salida pudieron cruzar la meta.