Espanyol y Villarreal cosecharon un empate sin goles, sin apenas ocasiones ni excesivo fútbol en Cornellà-El Prat, con mayor intensidad del anfitrión en la mayoría de tramos del encuentro, aunque sin la efectividad suficiente para desequilibrar. El guión pudo ser distinto si el árbitro hubiera señalado un penalti sobre Caicedo en el minuto 70, la acción más polémica del choque.
El conjunto amarillo suma ya ocho visitas sin perder en el feudo blanquiazul, mientras que los seguidores pericos todavía no han celebrado una victoria en casa en este curso.
Los primeros diez minutos, anodinos, fueron síntoma de lo que vendría más tarde. Aunque después de este tramo sin ocasiones, el partido se animó. El Espanyol, más vertical, disfrutó de la primera de la tarde tras una acción iniciada y finalizada por Reyes.
El Villarreal contestó con un remate de Sansone, desviado. Aunque sólo fueron destellos. El encuentro entró de nuevo en una fase de tanteo, sin llegadas claras ni acciones destacables. El anfitrión recuperaba bien, pero la jugada se diluía arriba. Los de Escribá se aferraban a alguna aparición de Dos Santos, sin excesivo peligro.
La defensa catalana estaba atenta. Los de Quique llevaban el peso del choque. El Espanyol era más incisivo y empujó al rival al área de Asenjo. Faltó claridad y puntería para decantar el marcador.
Sin embargo, el Villarreal salió de su letargo a lo grande en el 38: Castillejo se quedó solo ante Diego López y el meta salió y atajó la acción de forma espectacular. Fue el único disparo entre los tres palos en esta primera mitad.
El anfitrión consideró imperativo cambiar la estadística en la reanudación. A la salida de los vestuarios, se vio a un Espanyol más intenso y tuvo su premio con una falta directa en el 53 que lanzó Hernán Pérez, bien dibujada, pero a las manos del meta.
El Villarreal no varió su planteamiento. Escribá no quería riesgos en Cornellà-El Prat. Eso sí, a punto estuvo también de sorprender al cuadro local con un cabezazo de Sansone en la siguiente acción. El italiano se coló entre los centrales, aunque no aprovechó su ocasión. La mejor oportunidad de romper el empate la tuvo Caicedo en el minuto 70.
El ariete del Espanyol, con la portería vacía, tuvo un encontronazo con Víctor Ruiz y, pese a no caer al área, tuvo dificultades para definir. El ecuatoriano, y todo el estadio, reclamó pena máxima, aunque el colegiado no señaló falta.
En los compases finales el Villarreal elevó las revoluciones. Un remate de Castillejo y un peligroso centro de Cherysev advirtieron a los blanquiazules de que el ritmo no era suyo. Aún así, no hubo sorpresas en los últimos minutos y ningún equipo hizo méritos para llevarse los tres puntos.