A expensas de que empiecen las eliminatorias directas, la Eurocopa de Francia está dejando en la fase de grupos una ristra de lamentables imágenes extradeportivas, primero como las peleas entre aficionados y, últimamente, con las bengalas que han aparecido en varios estadios y zonas para hinchas. El hecho más sorprendente ocurrió en el Francia - Albania, en el que un aficionado albanés coló una bengala de 18 cm al estadio introduciendo dicho objeto dentro de su propio recto.
El aficionado, de 18 años, logró herirse a sí mismo y a otras dos personas antes de ser detenido por la Policía. "No es festivo en absoluto. Una bengala puede herir o quemar a los aficionados de alrededor. A partir de ese incidente, hemos decidido reforzar aún más los controles de las zonas de hinchas", ha declarado el secretario de Estado francés para el Deporte, Thierry Braillard.
El responsable político insistió en que "todo el mundo debe asumir responsabilidades" y darse cuenta de el peligro que representan esos elementos pirotécnicos en las grandes concentraciones de gente. "Cuando hay 15.000 personas, es imposible pasearse con una antorcha en la mano. Debemos responsabilizar a los aficionados: puede generar consecuencias graves y el que saca la bengala se puede arrepentir toda su vida", dijo Braillard ante unos hechos que distan de ser episodios aislados.