La modelo española ha desfilado en las mejores pasarelas del mundo, y ahora es empresaria y diseñadora de ropa infantil. Afirma que el mundo de la moda es muy difícil, porque tienes que viajar mucho, cuidarse y tener claro siempre que forma parte de un equipo, porque hay un iluminador, un fotógrafo... Y que por eso tienes que 'aprender a ser paciente'. Nos ha contado que cuando conoció a Yves Saint Laurent le temblaban las piernas, y que en su primer desfile con él, de los nervios que tenía perdió un zapato y se le abrió el vestido, así que pensó que ahí se había acabado todo. Ha confesado que su familia le ha puesto el nombre de 'piedra' porque ante los momentos difíciles, se hace fuerte. Nos ha contao que en su día a día no es nada presumida, se pone una coleta, una camiseta básica y un vaquero y no se preocupa por nada más. Asegura que no es muy buena cocinera porque no tiene paciencia para esperar por ejemplo 'a que se haga el arroz' y tiene una persona que le ayuda en casa, aunque es ella la que se encarga de controlar todo y cuidar de sus hijos.
Nieves Álvarez: 'En mi primer desfile con Yves Saint Laurent perdí un zapato y se me abrió el vestido'
La modelo española ha desfilado en las mejores pasarelas del mundo, y ahora es empresaria y diseñadora de ropa infantil. Afirma que el mundo de la moda es muy difícil, porque tienes que viajar mucho, cuidarse y tener claro siempre que forma parte de un equipo, porque hay un iluminador, un fotógrafo... Y que por eso tienes que 'aprender a ser paciente'. Nos ha contado que cuando conoció a Yves Saint Laurent le temblaban las piernas, y que en su primer desfile con él, de los nervios que tenía perdió un zapato y se le abrió el vestido, así que pensó que ahí se había acabado todo. Ha confesado que su familia le ha puesto el nombre de 'piedra' porque ante los momentos difíciles, se hace fuerte. Nos ha contao que en su día a día no es nada presumida, se pone una coleta, una camiseta básica y un vaquero y no se preocupa por nada más. Asegura que no es muy buena cocinera porque no tiene paciencia para esperar por ejemplo 'a que se haga el arroz' y tiene una persona que le ayuda en casa, aunque es ella la que se encarga de controlar todo y cuidar de sus hijos.