Nos salió regulera la operación MidCat por el desdén francés pero anoche fuimos capaces de ahormar un muy buen partido de mundial españoles y alemanes. Todas las lecturas seguro que suman, pero a mi me gusta subrayar que la media de edad de los nuestros va por un carril, el de la exultante juventud, y el rendimiento por otro, el de los veteranos curtidos que se las saben toda.
Era evidente que no podemos ir de 7 en 7 en un campeonato como este, pero cuando te sientes tan alto y tan guapo, cuando la realidad te recoloca, cuesta. Seguimos siendo un equipo portentoso, adornado de virtudes, de variantes y de poderío físico explosivo que te ayuda cuando el fútbol se opaca. Es posible que alguno pensara en otra goleada, pero eso no suele pasar.
Por verter nombres propios al comentario: lo de Dani Olmo es superlativo. Un galgo con cabeza y técnica que dura más que una jugada de Oliver y Benji. Lo de Rodri Hernández es pura reconversión, del camarote aireado del medio del campo, a las carboneras cargadas de la defensa donde fue central de nuevo cuño fiable cien por cien. Lo de Pedri ya no es noticia, salvo que ya los compañeros le imaginan en el campo con cara de Cid Campeador. Lo de Morata, letalidad para cortar el cable cuando quedan 2 segundos en la cuenta atrás y, por añadir, hasta portero tenemos. Paradones de un Unai imantado que nos para los pulsos cuando la saca con los pies minado de contrario pero eso no vamos a cambiarlo.
El jueves Japón. Un punto más y a los Octavos. Insistiendo en que todas estas batallas son guerras en sí mismas. Sin sedición, sin rebelión, pero con esa unión que tanto funciona.
