Tú que sabes latín, algún día has de “pasillearme” mientras me explicas cómo puede haber una norma que habilita que un seguidor con su camiseta, ataviado, no pueda sentarse con naturalidad en el campo de un rival. Barça y Madrid son pioneros en estas circunstancias. Piel fina de ambos a la hora de preservar la seguridad del aforo. Yo mientras investigaré por mi cuenta como las mentes pensantes que nos gobiernan deciden qué partido es o no es de alto riesgo.
El riesgo que sí que es alto es el de engordar con determinados partidos: como el del Metropolitano entre el Atlético y el Getafe el sábado o el de ayer a mediodía entre Mallorca y Real Madrid. Para irse a la nevera cada 2x3. La primera vuelta es historia, con más de 1000 amarillas y casi 80 expulsiones. Para mí, demostración de que hay una moda instalada en nuestro fútbol que fomenta las ganas de no perder… sobre las ganas de ganar. Me tiene loco este mantra, y me da rabia.
Porque, ¡hay que cuidar el espectáculo! Que luego llegan Piqué y el influenciador Ibai y montan shows con globos que no espían (éstos se desinflan solos)… o como el nuevo negocio que la UFC apadrina: el wresling, el boxeo y las artes marciales mixtas ya no tienen el mismo tirón según el organismo internacional… y ahora quieren llenar pabellones con los concursos de bofetadas. No es broma. La principal norma es que gana el que no se cae. En abril primera velada en España. En Valencia. Podrían dirimirse así los debates de la campaña de mayo…