Carlos y Encarna, nos llaman desde Ferreiros, repiten la experiencia por segunda vez, explican que es reconfortante, y nos cuentan la historia de una fuerte joven italiana con las piernas mal, que rechazó la ayuda de otros peregrinos porque quiere superarlo ella sola.
Carmen de Irún comenzó el día 6 y transmite la paz y tranquilidad que siente sentada en medio de un arroyo escuchando el sonido del agua y los pájaros.
Y Fernando comparte su entrada al casco antiguo de Santiago de Compostela, comenta que ya puede ver la catedral y la emoción que siente por haber completado toda la ruta.