EL BLOG DE ALSINA

Última oportunidad para los socialistas

Les voy a decir una cosa.

Última oportunidad para que los socialistas españoles se lleven una alegría (electoral) para el cuerpo en lo que queda de año.

ondacero.es

Madrid | 08.03.2012 20:32

José Antonio Griñán, candidato a Presidencia de la Junta de Andalucía
José Antonio Griñán en Sevilla | Agencia EFE

En cuatro horas comienza la campaña de las autonómicas del 25 de marzo: las andaluzas que convocó Griñán lo más tarde que pudo en la confianza de que el PP se desgastara aceleradamente en el gobierno de España, y las asturianas que convocó inopinadamente Francisco Álvarez Cascoscuando su gobierno en minoría fracasó en su intento de sacar adelante los presupuestos del Principado para 2012 -circunstancia que el PP ha aprovechado (no es un dato menor) para cambiar de candidata y aparcar al experimento anterior, la señora Pérez-Espinosa, o dicho de otro modo, para eliminar el anticasquismo visceral que naufragó en mayo-.

Última oportunidad para los socialistas, después de tantos disgustos, y con serias opciones de aprovecharla, a la luz de lo que hoy dice el CIS. Si los votantes hacen el día 25 lo que ahora dicen que harán, el PSOE celebrará en Asturias su victoria y podría llegar a celebrar, también, en Andalucía que el PP no alcance la mayoría absoluta. En Andalucía, el partido más votado será el PP de Javier Arenas, pero se le resiste la mayoría absoluta: el CIS tira de horquilla para aventurar que sacará o 54 o 55 escaños. Hay un mundo entre un número y el otro, porque si obtiene 54 significa que PSOE e IU sumados darían 55: estarían en condiciones de gobernar juntos, siempre que IU, Valderas, así lo deseara. Ni los andalucistas de Pilar González ni la UPyD de Martín de la Herrán alcanzarían votos suficientes para obtener representación parlamentaria.

En Asturias, y a decir del CIS, está fuera de dudas la victoria del PSOE, aun perdiendo un escaño en comparación con mayo. Gana  las elecciones Javier Fernández porque se desinfla quien las ganó hace sólo nueve meses, Álvarez Cascos, cuyo Foro pierde un tercio de los escaños y pasa de primera a tercera fuerza política. Y aunque el PP es el más beneficiado de esa caída, en realidad son UPyD e IU las formaciones que mayor partido sacan a esta repetición de las autonómicas. La jugada de convocar nuevas elecciones le sale rana -muy muy rana- al presidente asturiano, cuyo horizonte político (si las estimaciones del CIS se confirman en las urnas) es bien poco alentador y cuya gestión de estos últimos meses encaja un alto porcentaje de rechazo. Para la mayoría de los asturianos encuestados la situación política del Principado es peor que en mayo (lo dice el 60%) La gestión del gobierno autonómico ha sido mala o muy mala (opina el 54%). Desaprueba la labor de Cascos el 65 %. Y la mayoría culpa al presidente autonómico y al PP de no haber alcanzado un acuerdo para aprobar los presupuestos, porque llamar de nuevo a las urnas le parece a la mayoría una decisión muy negativa.

De manera que, a día de hoy, todo indica que Cascos se ha columpiado. Y que tiene muy difícil seguir como presidente. Los números andan ajustados. A la derecha, la suma de PP y Foro superaría por la mínima a la otra suma, la de la izquierda, PSOE-IU. 22 a 21. Si alguna de las dos alianzas consiguiera sumar a UPyD, que se estrena en el Parlamento con dos escaños, tendría el gobierno asegurado. En caso de que UPyD optara por permanecer a su aire, sin apoyar a ninguno de los dos lados, lo previsible es que gobernara la coalición de la derecha, PP-Foro, aunque en ese caso cabe pensar que el presidente nunca podría ser Álvarez Cascos. Lo cual abriría, de paso, algunas dudas sobre la continuidad de Foro como partido político.

Ganar en Asturias daría un poco de moral a los socialistas, aunque sin duda el subidón subidón lo supondría conservar el gobierno de Andalucía. Casi ningún dirigente del PSOE, a estas alturas, cree que eso vaya a suceder, pero con los números en la mano, posible resulta. Por cuesta arriba que se le haya puesto al PSOE andaluz. Es verdad que los socialistas han gobernado siempre en Andalucía (siempre significa treinta años), que su porcentaje de voto siempre ha llegado a rondar el 50 %, la mitad de la población votante y que en estas tres décadas de gobierno invencible ha tejido una red de organismos y de empresas públicas y privadas que hace todo lo posible para que las cosas sigan como están porque el “statu quo” les garantiza la supervivencia.

Siendo eso cierto, también lo es que, en esta ocasión, Griñán lo tiene todo en contra. Empezando por sí mismo: nunca fue un dirigente carismático, ha sido presidente sin haber sido nunca cartel electoral y ha pagado el precio de intentar sacudir el partido para quitarle caspa heredada de la época de su ex amigo Manuel Chaves. El precio ha sido la división interna aguda, y a la vista de todos, con que el PSOE andaluz concurre esta vez a las urnas. El candidato no despierta pasiones, el partido llega hecho unos zorros y los casos de corrupción que salpican a cargos de la Junta llegan en el momento en que pueden hacer más daño, cuando la sociedad está más sensible que nunca (por la precaridad económica a la que se enfrenta) a los abusos y corruptelas de quienes tienen la encomienda de gestionar con limpieza y eficacia el dinero público. Con todo, el mayor adversario al que se enfrenta el gobierno saliente, o sea Griñán, son los pésimos indicadores económicos que arrastra Andalucía.

Toda España está en crisis, en recesión, y en todas partes (no cabe negarlo) cuecen habas, pero Andalucía se ha quedado, a perpetuidad, en el vagón de cola del empleo: sólo Canarias tiene una tasa de paro superior a la andaluza. En Cádiz, en Huelva, en Málaga, el paro supera el 30 % de la población activa. La media de la comunidad está en el 28,5 %, cinco puntos más alta que la media del conjunto de España. Su actividad económica en 2011 fue inferior a la media nacional (fue, con Extremadura y Castilla La Mancha la que menos creció), y para este año la estimación es, como para todos, de caída. Si Arenas consigue el día 25 meter la cabeza, por fin, veinte años despúes de empezar a intentarlo, en San Telmo se tomará, seguro, un carajillo con brandy de Jerez; ahora, si es Griñán quien, pese a todo lo que le está pasando, se salva, no se tomará uno, se tomará cincuenta.

Nosotros, de momento, nos tomamos el carajillo de hoy a la salud de ellas. Va por las mujeres en su día internacional. Va por las mujeres para reconocerles cuanto hacen en su día a día.