En vísperas de la reunión para negociar no se sabe qué, el portavoz de Ciudadanos, Girauta, se ha acordado de repente de que ellos no han descartado entrar en el hipotético gobierno de Pedro Sánchez y tener ministerios. Hasta hace cuatro días repetían el estribillo de que ellos no estaban hablando ni de sillones ni de carteras —le recriminaban a Podemos que lo hiciera— pero de pronto su portavoz, empezó a hablar de ello.
Y como todo el mundo entendió lo que estaba diciendo ---que quieren ministerios, ya se vería cuáles--- salió después el partido a matizar al portavoz y decir que ahora mismo no están en eso. A ver, Sánchez ya se sometió a una sesión de investidura en la que Ciudadanos hizo de fiel escudero —la operación Pedro a la naranja—, y ni en la intervención del candidato ni en la de su compadre Rivera se hizo alusión alguna a un gobierno de coalición. Teniendo a Podemos en contra, Rivera no parecía aspirar a despacho o a vicepresidencia pero ahora que está Podemos sentado a la mesa de negociación cree oportuno manifestar abiertamente que si ese gobierno sale adelante él también pide ministerios.
Cambiar de criterio es legítimo, pero obliga a quien cambia a dar una explicación convincente. Esto que dijo Girauta —que un gobierno monocolor del PSOE sería débil— no parece que sirva como argumento de peso. Sobrevenido. Como no parece que vayan a enterarse ahora ni en Ciudadanos ni en el PSOE de que la fundación que fue origen de lo que hoy es Podemos, la CEPS, estuvo sostenida económicamente, bajo la coartada de los estudios y los informes, por el gobierno chavista venezolano.
Podemos anima de nuevo a quien sospeche que fue Hugo Chávez quien les cubrió el riñón para montar aquí un partido chavista a que acudan al juzgado a denunciar la financiación ilegal. Traza una raya la dirección de Podemos y dice, eh, que partido político empezamos a serlo en 2014, todo lo que fuimos antes no cuenta como financiación de un partido. ¿el dinero que recibía una productora de televisión montada por nosotros? Ah, actividad empresarial. ¿El dinero que cobró Monedero de los gobiernos en la órbita venezolana? Ah, trabajos de asesoramiento magníficamente remunerados. ¿El dineral que le sacó la Fundación CEPS al estado venezolano para promover la creación de fuerzas políticas afines al chavismo en Europa? Ah, servicios académicos de nuevo muy bien pagados (y muy bien cobrados). Pero el partido, dicen, el partido siempre lo han financiado sus afiliados. Que en la CEPS estuvieran los mismos Iglesias y Monedero que luego montaron el partido no les parece que sea razón suficiente para sospechar que con los siete millones de dólares bolivarianos cumplieran con la tarea para la que el dinero fue desembolsado: crear una fuerza política anticapitalista, chavista y tutelada por el que pagaba.
¿Se filtra este documento procedente de una indagación policial para perjudicar a Podemos? No hay por qué negarlo, seguro que sí. Seguro que ésa es la intención del filtrador y así lo entiende Podemos, que hace tiempo que mantiene que toda información que refresque los vínculos, sobradamente conocidos, de Iglesias o Monedero con un gobierno autoritario por el que en otros tiempos bebían los vientos sin disimulo, les resulta perjudicial ahora que han sacado al comandante Chávez de su lista de revolucionarios idolatrados para poner el foco en los países nórdicos y en el papa Francisco como nuevas referencias aseadas e inocuas. Es Podemos en el fondo quien admite que “Venezuela” es para ellos, hoy, una palabra incómoda. El filtrador siempre busca una rentabilidad política. Y que el origen de la filtración está en algún despacho del ministerio del Interior tampoco parece objeto de duda. Pero el fondo de la cuestión nunca es quién saca un papel, sino si lo que dice ese papel es cierto. En el caso que nos ocupa, si Podemos vino al mundo como partido dopado por los petrodólares bolivarianos que sus impulsores habían manejado en abundancia previamente. Siete millones de dólares es una fortuna. De un gobierno algunos de cuyos dirigentes aparecieron en la lista Falciani y aparecen en esta nueva lista de los papeles panameños.