46 millones y medio de británicos (de Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda del Norte y Gibraltar) están convocados hoy, a partir de las 8 de la mañana hora española, a responder a una pregunta: permanecer como miembros de la UE o salirse. La pregunta de resonancia hamletiana:estar o no estar.
Decidan lo que decidan, seguir siendo o dejar de ser, hoy se empieza a escribir la historia de una nueva relación entre el Reino Unido y la Unión Europea. Si triunfa el leave ya hay previstos dos años para formalizar “la desconexión”. Pero es que si triunfa el remain se abre un periodo de negociación entre Londres y Bruselas para poner en marcha el acuerdo político al que llegó en febrero el Primer Ministro, David Cameron, con el resto de socios y que supone la aplicación de cláusulas exclusivas para hacer más confortable la permanencia del Reino Unido en la Europa comunitaria. O sea, si se quedan será con un status especial.
Todas estas semanas han escuchado los britanicos los argumentos a favor y en contra. Las dos campañas. Liderada la permanencia por Cameron y Gordon Brown. Liderada la de slairse por el ex alcalde de Londres Boris Johnson y el ministro de Justicia Michael Gove.
Permanecer es hacer que permanezcan los empleos y las inversiones, decíaa Gordon Brown.
Abandonar la UE es recperar la soberanía y copntrol. Es la tesis de Boris Johson. Y ¿qué va a pasar? Pues no está nada claro. Las encuestas, que al contrario que en España se pueden publicar hasta en el mismo día de las votaciones ( de hecho en unos minutos vamos a conocer otras dos), reflejan una situación de empate técnico. Lo que en inglés se llama el “too close to call”, algo así como “demasiado cerca para proclamar ganador”. Miren, ayer por la mañana había sondeos que daban una ligera ventaja a los partidarios de dejar Europa pero a última hora de la noche se publicaron otras dos que apostaban por la permanencia.
La de YouGob, para el periódico The Times otorgaba un 51% de apoyo a la opción de seguir en la UE frente a un 49% que prefiere salir. Y la de ComRes para el Daily Mail y la ITV que ampliaba la diferencia a favor de la permanencia en 6 puntos, 48% frente al 42%.
En lo que sí coinciden todas las encuestas es en señalar que, hasta anoche, había un 10% de indecisos.
Esto es lo que dice la ciencia demoscópica. Pero en este país hay una larga tradición por las apuestas y en las principales firmas dedicadas a este negocio gana de calle el seguir en la UE.
También al contrario que en España aquí no hay jornada de reflexión. Partidarios de una y otra opción han estado haciendo campaña hasta el último minuto con la esperanza de romper con las tablas que adelantan los sondeos. David Cameron, que aunque consiga salir del laberinto en el que él solito se metió se va a dejar algunas plumas en la aventura (en su partido algunos ya le están preparando el relevo), insistía ayer en dibujar la salida de la UE como una catástrofe económica y social para el Reino Unido. Apelaba Cameron a la responsabilidad de los votantes para no dejar cerradas las puertas de Europa a las futuras generaciones ya que la salida no tendrá marcha atrás.
Del lado del leave se quiere hacer de este jueves “el día de la independencia”. Mientras tanto, desde Bruselas el Presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, le echaba un capote bal Primer Ministro británico y recordaba que “los que se van no volverán” Out is out... Fuera es fuera. Estaremos esta mañana en los colegios electorales, en las calles, contándoles el desarrollo de una jornada histórica, y hablaremos con ciudadanos británicos, a favor y en contra de seguir en la UE, con políticos, con gente del mundo de la economía y de la ciencia, para intentar acercarnos a todo lo que se juega en este referéndum.
En España amanece el penúltimo día de campaña electoral. En 48 horas estamos ya reflexionando. Y en esta recta final de campaña se ha convertido en protagonista, muy a su pesar, el Ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, al que hoy (sí) van a encontrar en las portadas de todos los periódicos. Todo a cuenta de la publicación de las grabaciones en las que se escucha al Ministro en conversación con el director de la Oficina Antifraude de la Generalitat, Daniel De Alfonso, comentando el daño que causaría a destacados dirigentes independentistas la publicación de investigaciones sobre supuestas actuaciones sospechosas.
Dice el Ministro en declaraciones a La Razón que “no les va a dar a los soberanistas el gusto de dimitir”. Y es que Fernández Díaz dice que él es la víctima en todo este asunto, que es a él al que le han montado una conspiración, que es a él al que han grabado ilegalmente en su despacho, que se trata de una conversación de hace dos años, troceada y sacada de contexto y filtrada a los medios para perjudicar al PP a 5 días de las elecciones.
El Gobierno, con Rajoy a la cabeza, ha salido en pleno en defensa del Ministro frente a las peticiones de dimisión que han realizado todos los partidos políticos, salvo el PP naturalmente. Ayer por la mañana ya escuchamos al Presidente del Gobierno en este programa decir que “jamás” se ha filtrado desde el ejecutivo ninguna investigación para perjudicar a adversarios políticos. Y por la noche en El Hormiguero de Pablo Motos fue más allá al decir que lo que hacían el Ministro y el director de la Oficina antifraude era su trabajo y que, por tanto, de dimitir, nada……
El diario Público desveló más grabaciones de las reuniones que mantuvieron Fernández Díaz y De Alfonso. Y en la última entrega se escucha al Ministro decir, en referencia a suspuestos asuntos que salpicarían a Frances Homs, entonces Consejero de la Presidencia, que “esto la Fiscalía de lo afina, hacemos una gestión” . Se ofrecía el Ministro a hablar con el entonces Fiscal General del Estado, Torres Dulce, para que le diera una pátina legal a las supuestas sospechas de corrupción que se le podían atribuir a Homs. Este jueves comparece en el Parlamento catalán, que es el que lo nombró, Daniel de Alfonso que también se niega a dimitir. Pero ya están los partidos catalanes buscando la suma de 3/5 de los escaños de la cámara para cargarselo. No contaban los soberanistas con un regalo de fin de campaña como este.
