No es tan histórico como una abdicación pero para nosotros también es muy importante. Lo primero hoy, por tanto, nuestra gratitud. Buenas tardes, Salamanca. Gracias por haber venido.
En esta semana tan intensa en lo informativo, mensajes en positivo: “Va a seguir habiendo Navidad aunque no haya discurso de don Juan Carlos en Nochebuena”. No será él quien nos desee felices pascuas y nos recuerde que somos una gran nación -somos una gran nación que se pasa la vida disimulándolo-. Se supone que, también para lo de Nochebuena, el relevo lo tomará Felipe, el nuevo.
Cómo cambian las cosas de un día para el otro, eh. Hasta el lunes por la mañana, en España, decías “el nuevo” y era Pablo Iglesias. Desde el lunes “el nuevo” es Felipe. Todo el mundo hablando “del de la coleta”, como dicen algunos, hasta que llegó el rey y se cortó la suya. De repente es como si Pablo Iglesias, que acababa el hombre de llegar, estuviera ya muy visto.
La novedad engulle a la novedad. Es verdad que Felipe nuevo, nuevo, o que se dice nuevo, tampoco parece que sea. Ya comentamos ayer que escuchas a algunos comentaristas hablando del príncipe como si fuera un misterio por resolver: estén ustedes tranquilos, que está muy preparado. Como decía el otro día el Monaguillo, cada vez que alguien dice que el príncipe está muy preparado a Justin Bieber le entran ganas de componer.
A don Felipe ya lo conocemos todos, lleva ejerciendo de heredero treinta años y pronuncia discursos todas las semanas. Esta misma mañana ha pronunciado uno en Navarra. Como heredero, que es lo que sigue siendo hasta que el Parlamento no se pronuncie sobre la abdicación del padre. Y ha dicho don Felipe que encara con ilusión “la apasionante tarea de seguir sirviendo a los españoles”. O sea, de estar “al servicio de”, de servir, también, en el sentido de “ser útil”.
En quince días empezará a reinar. A reinar, no a gobernar. Una cosa es que se quiera ver en él la encarnación de esta idea de renovación general del país, de un impulso a los cambios y las reformas, y otra que ahora parezca que toda la responsabilidad de lo que vaya a ser España, o cómo vaya a ser, España en los próximos años sea de este hombre. Aquí quien hace las leyes sigue siendo el Parlamento y quien decide el rumbo político en cada momento es el gobierno. Y el rey está allí arriba para ayudar en lo que pueda, pero reformar la Constitución, el modelo territorial, la ley electoral, todo eso corresponde a quien ha correspondido siempre, el Parlamento. Gobernar, lo que se dice gobernar, un rey gobierna su casa, que no es poca cosa. El funcionamiento, la transparencia, la higiene y eso que llamamos la ejemplaridad, de su casa y su familia. Que no es poca cosa.
Bueno, todo esto ya lo sabéis. Como sabéis que el nuevo rey introducirá costumbres nuevas para diferenciarse del anterior, que es algo que hace siempre el nuevo que llega a un puesto. En Nochebuena, por ejemplo, él no dirá “la reina y yo”, dirá “Letizia y punto”. Porque aquí estamos que si Felipe, que si Leonor, que si Cayo Lara, pero por ahí fuera de quien habla todo el mundo es de Letizia
Ortiz. Con lo incómodo que debe de resultarle a ella que se fijen tanto. La prensa británica está fascinada: “Letizia, la reina plebeya y periodista”, dicen. Y luego chinchan a la esposa de William: “Tiembla, Kate Middleton, que ahora tienes competencia”.
Allí siempre han sido muy de caricaturizar la realeza, por eso Isabel II lleva más años que nadie y ni se le pasa por la cabeza renunciar. Es lo que dice Isabel: “si tiene que abdicar alguien en esta familia, que sea Carlos”. Lleva sesenta años preparado para ser monarca, no va a estarlo para no serlo, que es más simple. ¿A qué se dedica usted? Soy ex futuro rey. ¿Experiencia laboral? Poca. ¿Aficiones? Camilla. Suerte que Carlos encontró, al menos, el amor, porque lo que es el trono, la madre se lo tiene bien escondido.
A la reina le preguntaron ayer por la reina -a ver, a la reina Sofía, reina saliente, le preguntaron ayer por la reina Letizia, reina entrante- y vino a decir que “Letizia es lo más”. Que este en griego se dice “es competente, encantadora y lo hace muy bien”. Sofía no se dio cuenta pero a los periodistas, según lo decía, les salía un “umm umm”. La prensa en este país es descreída y demasiado crítica. La gente, cuando conoce a Leonor siempre comenta: “hay que ver lo que se parece a su abuela Sofía”. Y ahí es Letizia quien dice “umm umm”.
Ya veréis como el traspaso de trono consorte se hace con naturalidad y sin tensiones. Después de todo, Letizia llegó a esa familia cuando la reina ya había escarmentado con el photoshop. Si a don Juan Carlos le cortó las piernas imagina qué no le habría hecho a la nuera. Cosa más española la del pique entre suegra y nuera, ¿o no? O la de andar pidiendo opinión a las antiguas novias. Alguien le ha preguntado a Eva Sanum y ha dicho que, sin lugar a dudas, “Felipe es el hombre adecuado para el puesto”. Hombre, igual la opinión de Eva Sanum muy influyente en la opinión pública española no es, pero conviene que tenga razón en esto y el príncipe sea el hombre adecuado para el puesto porque nombres alternativos no se barajan. Como los melones, más vale que salga bueno.
Algunos en el PSOE están muertos de envidia por lo ordenadito y calmado que es este proceso sucesorio. Dicen: mira la monarquía, que elige nuevo secretario general sin primarias ni congresos ni nada. Pero son los menos, porque los demás en seguida les recuerdan que ya lo hicieron y salió como salió: cuando abdicó Zapatero, que reunió a la familia y les dijo: “Mi hijo Alfredo encarna la estabilidad, lleva toda la vida preparándose para esto”.
Rubalcaba, que tiene un vínculo sentimental con esta ciudad porque una teoría reciente sostiene que la famosa rana que tenéis tallada sobre la calavera en la fachada de la universidad -la rana, quién no ha oído hablar de la rana encima de la calavera- es una profecía sobre Rubalcaba. La profecía dice: “si sales rana, estás muerto”. Y se ha cumplido.
Por eso el PSOE está ahora embarcado en un proceso de supervivencia: o aciertan con el nuevo secretario general, o trasladan la sede a la a casa de las muertes. Anoche asistimos en este programa al preanuncio del segundo aspirante que da el paso para competir por la secretaría general, Pedro Sánchez. El primero fue Pérez Tapias. Y falta por lo menos otro nombre, o dos nombres más, que se postularán también en los próximos días. O en los próximos Díaz, que es el apellido de moda en ese partido. Pasión por los cambios esta semana.
El rey ha disparado la fiebre del relevo generacional, la hora de que los de cuarenta tomen el mando. Esta noche hablaremos con el alcalde de Salamanca, Mañueco, 48 o 49 creo que tiene. Podremos preguntarle si ha empezado a calentar ya en la banda por si a Juan Vicente Herrera se le ocurriera hacerse un juancarlos. Que pase el siguiente. Ya en 2011 se dijo que Herrera había estado tentado de no presentarse y que le convencieron de que tenía que seguir. Pero claro, ahora, “si abdica el rey no voy a poder abdicar yo”, dirá el presidente.
Abdica el rey, abdica Rubalcaba, abdica Enrique López -el juez del si bebes no me juzgas-, anoche alguien pedía aquí la abdicación de Jordi Hurtado. La España abdicante y Rajoy coleccionando esquelas. La verdad es que para haberse producido esta semana la noticia de la década, la abdicación de un rey, se percibe una cachaza general, ¿verdad? ¿“Cachaza” decís aquí? “Pachorra”, “calma máxima”. Dices: “que ha abdicado el rey”. “Ya, ya, pues nada”.
En España, mientras no abdique Vicente del Bosque nadie se pone tenso. En puertas ya del mundial, ésa sí sería una abdicación que nos pondría a todos de los nervios. Huérfanos de Vicente. Vértigo, temor, depresión. Cayo Lara gritando “¡selección republicana ya!” Yo me he estudiado a Del Bosque antes de venir a Salamanca porque me dijeron que él encarna el carácter que tenéis todos sus paisanos salmatinos. Del Bosque como esencia de Salamanca. Y entonces me sale:
· Que sois gente humilde, austera, seria, con bigote.
·Que de vez en cuando sonreís. Poco. (Bueno, poco, lo que corresponde).
· Orgullosos de ser de Salamanca, aunque lo llevéis con discreción porque tampoco os gusta presumir.
· Y que a veces os vais cedidos a Madrid por una o dos temporadas, ¿no? ¿Cúántos salmantinos hay trabajando en Madrid? Ni la mitad que estudiantes madrileños tomando copas aquí un viernes noche. Madrid es como la Salamanca B, la filial.
· Y que sois todos socios del Unionistas de Salamanca Club de Fútbol.
El nuevo que está llamado a reinar algún día, como reinó en la Segunda B, hace no tanto la Unión Deportiva Salamanca. En algún momento del programa, y como unionistas que -estoy seguro- todos sois, os animaré a entonar esa canción apacible y sosegado que habéis elegido como himno. En primarias.
Espero que lo paséis bien esta noche. Bienvenidos a La Brújula.