EL MONÓLOGO DE ALSINA

El monólogo de Alsina: El barómetro del CIS da para entretenernos un rato en la tertulia y ya está

Les voy a decir una cosa.

Da para entretenernos un rato en las tertulias. Y “prou”, que dicen los catalanes. Y ya está.

Carlos Alsina | @carlos__alsina

Madrid | 06.11.2013 20:11

No cabe extraer profundas o reveladoras conclusiones de esta encuesta del CIS que hoy ha animado las conversaciones de políticos y comentaristas. De los trabajos que publica el CIS, los que más animan el cotarro “tertuliante”son los que traen esta tabla, en su última página, que se llama “intención de voto”.

El barómetro tiene treinta y dos folios, pero en cuanto sale todo el mundo se va a mirar la última página. Cuántos votos sacaría hoy el PP, cuántos el PSOE. Y cuántos IU y cuántos UPyD, que ahora que los dos grandes flaquean y los dos pequeños enseñan músculo, habrá que ponerles un ojo también a ellos. Los números, a estas horas del día, ya les sonarán a ustedes: 34 % de los votos dice el CIS que sacaría el PP; 26,8 % el PSOE; 11,3 IU y 7,7 Unión Progreso y Democracia. Bueno, contado así da para poca interpretación salvo que te sepas de memoria los barómetros anteriores, o te empollaras, en su día, los resultados electorales.

Hay personas que se los saben de memoria, créanme; algunas, oyentes de este programa. Pero si te pasa lo que a la mayoría, que no tienes muy claro ni cuántos sacó Rajoy la última vez ni cuántos le daba el CIS anterior a Rubalcaba, te ocurre lo mismo que cuando sale la EPA, necesitas empezar a comparar para saber, que de esto al final se trata, a quien le está yendo bien o a quién le sigue yendo de pena. Hay dos comparaciones posibles -bueno, hay doscientas comparaciones posibles, pero en los medios solemos hacer dos-: con el CIS anterior y con las últimas elecciones generales.

La primera es bastante más sensata que la segunda, es más homogénea aunque también sea imperfecta (comparas encuesta con encuesta), aunque la comparación más reveladora suele ser qué decía la encuesta y qué pasó en realidad, que ésa es la que se les aparece en la noche de Halloween a los profesionales de la demoscopia, la peor de sus pesadillas. Veamos, entonces.

El CIS, como habrán escuchado a lo largo del día, le da en este barómetro de octubre al PP un punto y medio más que en el de julio. Guau, del 32,5 al 34 % -dices: esto es que al PP le va bien-. Al PSOE, lo contrario, del 27,2 que le daba en julio al 26,8 que saca ahora. Uff, un 0,4 % de caída -dices: esto es que a Rubalcaba le va mal-. Si uno sube y el otro baja, está claro, ¿no? Pues no tanto. ¿Lección que aprendimos en “El Purgatorio” hace quince días, cuando comentábamos la EPA? ¡Exacto, el margen de error! Vayamos a la ficha técnica: muestra, 2.500 entrevistas; margen de error, 2 %. Es decir, que los datos que aparecen en la encuesta, el porcentaje de personas que responden de una determinada manera a cada pregunta, puede estar un poco inflado o un poco desinflado.

Estos son los datos en crudo, las respuestas que espontáneamente dan los encuestados; y es sobre algunos estos datos (los que se refieren al voto y la simpatía por un partido) sobre los que aplica el CIS unos modelos de proyección que le llevan a estimar cuánto voto sacaría cada partido. Nada diferente, cuidado, en este barómetro que en los anteriores, esto siempre se hace así. Pero...cuando más pequeñas sean las variaciones, los cambios en comparación con el barómetro anterior, menos certeza se les puede atribuir. Si el PP mejorara su estimación un 10 %, sería indiscutible que está en ascenso. Si el PSOE empeorara un 10 %...bueno, si el PSOE empeorara un 10 % Rubalcaba no llegaba vivo a la conferencia política del sábado (sería una prueba clara de que su intención de voto sigue en retroceso). Pero no son de esta cuantía las variaciones que antes les recordaba. PP, 1,5 arriba; PSOE, 0,4 abajo.

Siendo tan canijos los cambios, siendo producto de aplicar modelos de estimación a datos directos que también han cambiado poco y con un margen de error del 2 %, podría ser que el PP hubiera mejorado su intención de voto algo más de lo que estima el CIS, pero podría ser, también, que hubiera empeorado un poco. Con el PSOE pasa lo mismo: es tan tímida su bajada que, en realidad, podría estar bajando más pero, también, podría suceder que hubiera subido un poco. A estas variaciones que, en rigor, no significan gran cosa le llaman los estadísticos ruido “ruido estadístico”. En las tertulias, claro, lo llamamos de otra forma, lo llamamos “tema”, porque si prescindimos de estas variaciones o las declaramos formalmente irrelevantes, cielos, ¡nos hemos quedado sin tema!

Anteanoche contábamos que otra encuesta, ésta de la revista Temas (más próxima, digamos, a los socialistas) daba por vencedor, si hoy se celebraran elecciones, al PSOE, con el 35 % de los votos, ocho puntos más de los que le da el CIS. En septiembre arrancó el curso político con una encuesta en El País que ponía también al PSOE por delante de los populares, el 30,5 frente al 30,1, ¡cuatro décimas! en una encuesta cuyo margen de error era ¡del 3,8! El periódico interpretó entonces que el caso Bárcenas estaba hundiendo al PP y que el PSOE había alcanzado ya a los populares.

Hoy, que ha salido el CIS, era ABC quien presentaba como un hecho la “remontada” del PP y el incremento de su ventaja, mientras que en ElConfidencial.com iban un poco más allá en la interpretación para concluir que, según el CIS, “el caso Bárcenas ha dejado de pasar factura al PP, está amortizado”. Al margen de que siempre es arriesgado atribuir un cambio en la intención de voto a un solo acontecimiento político (puede que, al personal votante, además de Bárcenas, le muevan otras factores, la economía, por ejemplo), si hacen falta tres o cuatro EPAs para poder hablar, en serio, de tendencias, no se entiende que comparar dos barómetros del CIS valga para elevar ya conclusiones tan contundentes.

Estos son los números del PP en los cinco últimos barómetros: 35.9, 35, 34, 32.5, 34. Estos son los números del PSOE en los cinco últimos barómetros: 28.6, 30.2, 28.2, 27.2, 26.8. Lo que el barómetro de octubre revela es que el patio se ha movido poco en los tres últimos meses y que hace un año tanto PP como PSOE estaban mejor que ahora. Donde los números se muestran más indigestos para ambas formaciones es en la otra comparación, la que solemos hacer con el porcentaje de voto que obtuvieron la última vez que ganaron unas elecciones generales.

Rajoy ganó en 2011 con casi el 45 % de los votos (hoy le atribuyen un 34). El PSOE ganó en 2008, la segunda vez de Zapatero, con casi el 44 % (hoy no llegaría al 27 %, según CIS, o al 35%, según la más favorable de las encuestas que se han publicado). Y el objetivo que tiene marcado el PSOE es volver al gobierno, no mejorar del barómetro anterior o el pésimo resultado de 2011.

En vísperas de la Conferencia Política que este partido celebra el sábado, más le vale a Rubalcaba inundar a los asistentes de fotocopias de la encuesta de Temas porque si no serán los disidentes (estos que lo mismo gritan Paatxi, Paaatxi que se traen de Miami a Carme Chacón, elogian la juventud de Madina, el tirón de Susana o la gestión de García Page) quienes repartan copias del barómetro del CIS como prueba de cargo de que su labor de oposición está siendo un fiasco. Aunque la encuesta, entre nosotros, da para entretenernos en tertulia un rato. Y prou, que dicen los catalanes