OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Teoría y práctica de los bloques"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre los posibles pactos tras las elecciones generales, donde Feijóo aspira a tener una mayoría suficiente como para no contar con los votos de Vox y Sánchez busca el cogobierno con el apoyo de todas las fuerzas menos PP y Vox.

Carlos Alsina

Madrid | 17.07.2023 08:35

El día siguiente a la coronación de otro rey Carlos: Carlos Alcaraz, rey en Wimbledon. En presencia de los príncipes de Gales y del rey Felipe. Que es la segunda vez que le ve ganar.

Alcaraz, el veinteañero que tumbó a Djokovic

Si cada vez que está el rey, gana, pues que vaya más a verle. Es el nombre del día, aquí y en el Reino Unido. No, Felipe, no. Carlos Alcaraz. El veinteañero que tumbó a Djokovic al cabo de cinco sets que los dejaron a los dos, supongo, reventados. Bueno, estaba reventado hasta Iceta, que disfrutó muchísimo -seguro- de las cinco horas de partido. Mucho más que del mitin que su partido celebró ayer en Barcelona.

Como el domingo que viene estaremos a otra cosa, contando votos para ver quién gana y quién pierde, quizá no está de más que guardemos memoria de cómo se encajan las victorias y las derrotas… en el tenis. Qué es lo que dice el perdedor, por ejemplo, al asumir en público que esta vez el trofeo no es suyo.

Gane quien gane el domingo que viene, lo último que escucharemos son discursos como los de Alcaraz y Djokovic

Djokovic sobre Alcaraz: Increíble la calidad del final del juego. Absolutamente merecida la victoria. Felicidades. Y qué es lo que dice el vencedor sobre aquel que ha sido vencido. Alcaraz sobre Djokovic: Inspiración para mí, viéndote ganar desde que nací, estás en mejor forma que yo, los treinta y seis son los nuevos veintiséis.

La euforia de quien ha ganado, salpicada de sentido del humor y reconocimiento al adversario. Usted y yo sabemos que gane quien gane el domingo que viene -y gobierne quien gobierne, que no tiene por qué coincidir- lo último que escucharemos son discursos como estos.

Quién estará en condiciones de sacar adelante una investidura

En la entrevista que ayer concedió Pedro Sánchez a La Vanguardia le pide Jordi Juan que le diga una cosa buena de Feijóo. Respuesta: ‘Es correoso, dice veinte mentiras y no se le mueve una pestaña’. Como cosa buena. A Feijóo no se le ha escuchado reconocerle una media virtud a Sánchez en esta campaña. Está por ver que lo haga cuando la competición haya terminado.

Si es que se termina, claro. Porque en la noche del domingo habrá dos cuentas que hacer. Una, la que sale de las mesas electorales: número de votos para cada partido y escaños que le corresponden en cada provincia. Dos, quién está en condiciones de sacar adelante una investidura. Que si Feijóo más Vox da mayoría absoluta sólo podrá ser Feijóo, pero si no da podrían ser entonces o Feijóo o Sánchez.

El sueño del PP es quedarse tan cerca de la mayoría absoluta que en lugar de los treinta síes de Vox le baste con atraerse al PNV y a Coalición Canaria

El sueño del PP es quedarse tan cerca de la mayoría absoluta que en lugar de los treinta síes de Vox le baste con atraerse al PNV y a Coalición Canaria. El sueño del PSOE es que Feijóo se quede corto y pueda Sánchez armar una coalición de investidura en la que estén todos (o casi todos) los que no son ni el PP ni Vox.

Y en ir justificando esos escenarios están volcados ya los dos líderes principales. Feijóo martilleando con la idea de que quien no gana unas elecciones generales no debe gobernar porque eso, según él, devalúa la democracia.

Esta declaración de Feijóo sobre ganar y gobernar -o sobre lo devaluante que resulta gobernar sin ganar- debería sonar en bucle esta mañana por la megafonía del Museo de Arte Romano de Mérida, donde se va a oficiar la toma de posesión de María Guardiola,perdedora en las elecciones, como presidenta de la Junta de Extremadura y sucesora de Fernández Vara, que es quien ganó. Pero ya sabemos que conforme a la doctrina del PP, la fórmula que vale en las investiduras autonómicas no vale, o no conviene, en la investidura de presidente en el Congreso.

La declaración de Feijóo sobre lo devaluante que resulta gobernar sin ganar debería sonar en bucle en la toma de posesión de María Guardiola

En rigor, y por eso la Constitución dice lo que dice, quien más apoyo social tiene para presidir el gobierno es quien más escaños a favor tiene en el Congreso. El domingo elegimos diputados, no presidente.

Sánchez aspira al cogobierno

Sánchez cumple cada día, ahora que ha regresado a los mítines, con la liturgia (absurda) de proclamar que va a ganar las elecciones -no hay candidato que no lo haga, hasta Yolanda Díaz, que sabe de sobra que ganar, no gana-. Lo que ya admite el presidente, a diferencia de su adversario, es que él solo no tendrá escaños suficientes para gobernar. Aspira al cogobierno.

En rigor, el partido de Yolanda Díaz tiene muy poco peso. Es uno más de los quince agrupados en la marca Sumar. Por gobernar son Sumar está queriendo decir el presidente gobernar con las quince marcas que lidera Yolanda. Y que se sabe cómo se presentan a las elecciones, pero no se sabe cómo se organizarán después, Podemos incluido. O sobre todo, Podemos.

Pero es que pasa por alto el presidente que para gobernar en coalición primero tienes que ser investido. Y con los números que dan las encuestas (últimas encuestas) de este lunes, en el mejor de los casos para Sánchez el bloque de la investidura -como lo llamaba Iglesias, menos reacio que el presidente a llamar socios a los socios- lo tendrían que formar no sólo el PSOE y las quince marcas de Sumar, sino el PSOE, Sumar, Esquerra, Bildu, PNV, los puigdemones y la CUP. Sin ellos no hay gobierno con Yolanda.

Perder cuando has gobernado ya es un fracaso

El PSOE llega al 23 de julio sin haber podido hacer la digestión del 28 de mayo. No hubo lugar, ni tiempo, para sentarse a analizar por qué los gobiernos de coalición de la izquierda en la Comunidad Valenciana, en Baleares, en Aragón, en La Rioja, en Canarias salieron tan mal parados.

Y llega al 23 de julio sin haber dado una respuesta convincente a la pregunta por qué al cabo de cuatro años gobernando en coalición aparece en todos los sondeos fiables como el próximo perdedor de las elecciones. Perder cuando has gobernado ya es un fracaso. Aunque puedas, con toda legitimidad, tejer alianzas múltiples para ser investido. No deja de ser el plan B ante la inexistencia del plan A, que es merecer la confianza mayoritaria de la sociedad para la que has gobernado.

El PSOE llega al 23 de julio sin haber podido hacer la digestión del 28 de mayo

El candidato Sánchez recurría en otros tiempos al monólogo de humor en sus mítines y sus autoentrevistas en Ferraz. Ahora recurre menos. Ayer les cayó una bronca a los militantes que pensaron que había que reír cuando él se preguntó de dónde sacan a los candidatos de Vox.

Si me queréis, no reírse. Y ahí estaba la todavía presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que ha ejercido esta legislatura de delegada del gobierno en las Cortes, para salir en auxilio de su líder, tan injustamente tratado por las derechas. Y ahí estaba el exministro Illa, el sosegado, mesurado y conciliador Illa, desgañitándose contra Feijóo, y tuteándole.

Algo tiene el escenario de los mítines que hasta los apacibles, como Illa, se encienden, se arrebatan y se ponen a pegar voces

Algo tiene el escenario de los mítines que hasta los apacibles, como Illa, se encienden, se arrebatan y se ponen a pegar voces. Qué vehemencia, Salvador. Emulando a Cicerón, desatado. ¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia? Hasta cuándo. Paciencia. Todo esto se termina el domingo.