Hace un año que el presidente del Gobierno nos escribió aquella carta a los españoles diciéndonos que “era un hombre profundamente enamorado”. Tan enamorado que necesitaba “parar y reflexionar”. Se preguntaba si debía renunciar a la Presidencia por la apertura de un proceso judicial para investigar a su mujer, Begoña Gómez, por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción privada.
El hombre enamorado se tomó cinco días de reflexión para decidir si los españoles le merecíamos o no tal disgusto. Después de mucho desconcierto resultó que sí y se quedó, en una muestra de poliamor a la patria.
Como pasa con las crisis de una relación, por mucho que se arreglen, se dicen en alto cosas que ya no se pueden desdecir. Y aquella crisis de fe del presidente dejó claro lo poco que el presidente confía en su equipo de máxima confianza. Porque nadie sabía nada. Su núcleo duro es él. Él y su mujer.
Nunca quedó del todo claro si aquellos cinco días de reflexión fueron una verdadera crisis personal o una estrategia política. Pudo haber empezado siendo una cosa y acabar mutando en la otra. Lo que seguro fue es ridículo.
Y más importante es lo que un año más tarde podemos afirmar que no fue. Lo que seguro no fue, es el comienzo de “la regeneración pendiente de nuestra democracia”, como nos prometió el presidente Sánchez al anunciar que se sí, venga, que los españoles le merecíamos la pena el disgusto que le estaban dando jueces y periodistas.
Un año después de aquella carta, la esposa del presidente sigue siendo investigada por cuatro delitos, incluida una posible vinculación al rescate de Air Europa, en el que la UCO implica también a Ábalos y Aldama. Y está imputado también el hermano de Sánchez y el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, que como sigue en el cargo es él quien ha nombrado al fiscal que ahora lo investiga. Muy regenerador no parece.
Un año después, Sánchez sigue gobernando. Sin Presupuestos, con menos apoyos y más imputaciones.
¿Moraleja?
Un año después de la carta en vez de regeneración, hay una crisis en la coalición.