Buenos días, especialmente agradables esta mañana en San Sebastián, porque la Real va a jugar de nuevo una final de Copa del Rey. Lo hacen después de ganar anoche al Mirandés, que es admirable como ha jugado esta competición y con qué ilusión se volcó anoche Miranda de Ebro con su equipo de fútbol. Merece la Real este premio de verse ante las puertas de un título de Copa, porque está haciendo una temporada fantástica, y porque están desarrollando un proyecto fantástico, que va desde la remodelación del campo, bajando las gradas para abrazar más al equipo, hasta la construcción de un equipo diferente, con más ambición y un estilo más agresivo y valiente. La Real jugará la final el 18 de abril, contra el vencedor, esta noche, de la eliminatoria entre el Granada y el Athletic de Bilbao.
Esa final supongo que será abierta para todos los aficionados de los dos equipos, aunque ¡cualquiera sabe! tal y como vi expresarse a la secretaria de estado para el deporte ayer, anunciando que lo que el día antes eran recomendaciones, ayer ella lo convirtió en prohibiciones para que los partidos de Valencia y el Getafe con equipos italianos sean a puerta cerrada. Entiendo que sería más fácil no permitir el acceso de los seguidores italianos y no poner en cuarentena a la fuerza a los seguidores del Getafe o el Valencia, pero sabrán algo que nosotros desconozcamos, o querrán hacer ver que nos protegen mucho.
¿Pedirán los carnets en las fallas de Valencia, por si hay italianos del norte? ¿En la Semana Santa de Andalucía? La Nueva Secretaria de Estado para el deporte se mostró muy rotunda y segura, aunque hace poco más de un mes no sabía ni dónde se jugaba la Eurocopa. Yo la verdad, es que de ella solo sé que se llama Irene, pero me comentan quienes la conocen mejor, que nos va a dar días de gloria.