EL REPORTERO DE LA HISTORIA

Huelga de La Canadiense: cuando Barcelona se quedó a oscuras durante más de 44 días en 1919

En 1919 una huelga general paralizó la ciudad de Barcelona y todos sus servicios básicos tuvieron que ser militarizados. La lucha sindical, sin embargo, trajo la regulación de la jornada laboral de ocho horas, lo que convirtió a España en el primer país europeo con esta legislación.

ondacero.es

Madrid | 07.11.2023 12:12

A principios de 1919 los obreros dejaron a Barcelona paralizada debido a la huelga general. Los servicios básicos de la ciudad tuvieron que ser militarizados: el tranvía, el ferrocarril, los servicios de agua, de gas, de electricidad… Prácticamente todos los talleres textiles cerraron, así como la mayoría de comercios o la prensa.

La huelga comenzó en febrero en una empresa eléctrica, conocida como La Canadiense, en solidaridad con ocho trabajadores despedidos. Hubo represalias, se produjeron más despidos y eso, en lugar de sofocar el conflicto, lo fue extendiendo. Para acabar con las protestas, se declaró el Estado de Guerra en Barcelona y alrededor de 3.000 obreros fueron detenidos durante esas semanas que duró el conflicto.

España, el primer país europeo en regular la jornada de 8 horas

Finalmente, además de acuerdos con los obreros de La Canadiense, se alcanzó una medida de carácter general que afectaba a todos los trabajadores. El "decreto de la jornada de ocho horas" fue aprobado y firmado por el rey Alfonso XIII el 3 de abril de 1919, aunque no entró en vigor hasta varios meses más tarde. Así, España se convirtió de esta manera en el primer país europeo en regular la jornada de ocho horas, aunque al incluir los sábados, se trataba de 48 horas semanales.

Este gran avance de los derechos de los trabajadores fue posible gracias a la huelga que comenzó en La Canadiense, que se extendió a otros sectores y en donde el sindicato CNT tuvo un papel muy protagonista.

¿En qué clima social se produjo la huelga de La Canadiense?

En aquella época primaba un clima de crisis que se había desatado por la Primera Guerra Mundial que se establece en tres sectores básicos: político, militar y social.

"El beneficio que había tenido la patronal o las clases más adineradas por la neutralidad española en la Guerra Mundial no se vio reflejado con una equiparación de bienestar de la clase obrera", explica en 'Más de uno' Julián Vadillo, historiador y profesor en un Instituto público de la Comunidad de Madrid y en la Universidad Carlos III, y especializado en la historia del movimiento obrero. Esto generó una "conflictividad muy amplia" desde 1917 y hasta el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923.

Una huelga solidaria que se extendió a todos los sectores

Los trabajadores que fueron despedidos en La Canadiense acudieron a la CNT, que actuó en su favor. A partir de ese momento, se produjo una huelga solidaria para apoyar y solidarizarse con los despedidos, que eran del sector administrativo de la empresa.

Con esto, se hizo extensivo el conflicto a otras empresas y otros sectores, lo que generó "una de las huelgas generales más importantes de la historia de España" que paralizó Barcelona durante 44 días y dejó a la ciudad condal "completamente a oscuras".

"Los trabajadores demostraron esa fuerza, esa eficiencia, a la hora de organizarse y defender sus derechos laborales", cuenta el historiador.

El movimiento obrero era un problema de orden público

Al movimiento obrero siempre se le ha considerado un problema de orden público. Para aplacar a los trabajadores, en lugar de negociar con ellos, intervino el ejército en muchas ocasiones, se declaraba el Estado de Guerra y primaba la legislación militar sobre la civil.

Así, la patronal se negaba a contratar a trabajadores sindicados en la CNT porque entendía que sería un problema de producción a corto o largo plazo.