Hace unos meses, este hombre recordó con lágrimas y emoción en el Foro de Oslo para la Libertad la que había sido su vida hasta entonces, en una década, la de los 90, en la que la hambruna mató a más de 220.000 personas en el país. Ahí no acabó todo, después de la operación sufrió las humillaciones de los soldados por su discapacidad y fue entonces cuando decidió huir junto a su hermano con la ayuda de muletas.
“Me digo a mí mismo lo injusto que era que una persona pudiera ser enviada a un campo de prisioneros políticos porque dijo algo equivocado”. comentó.
Hoy reflexiona sobre lo que significa la palabra libertad desde Corea del Sur, donde dirige la organización “Ahora, Acción y Unidad por los derechos Humanos”.