Bajo el mar se esconde buena parte de nuestra historia: un relato por el que siglos después numerosos cazatesoros se han interesado, tal vez, con fines puramente personales. Bien lo sabe Iván Negueruela, el que ha sido durante los últimos veintiocho años el director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática, ubicado en Cartagena. El investigador se jubiló el pasado mes de noviembre de 2021, pero no ha perdido la ocasión de hablarnos sobre la fascinante historia submarina de nuestro país.
El Caso Odissey
Como no podía ser de otro modo, el antiguo director del Arqua se ha referido a la batalla legal que se emprendió por el tesoro de Las Mercedes, destacando que la lucha española contra el expolio marino se inició desde el Arqua, incluso con anterioridad a esta victoria legal, muy mediática, que ha inspirado un cómic y la serie La Fortuna de Amenábar. Y es que el caso del litigio y recuperación de los bienes culturales procedentes de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes es un hecho sin precedentes en la gestión nacional e internacional del patrimonio cultural subacuático.
Doscientos años después del hundimiento de la fragata española de Las Mercedes como consecuencia de un ataque inglés en periodo de paz, el 18 de mayo de 2007 la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration anunció en los medios de comunicación que había transportado un cargamento de unas 500.000 monedas de oro y plata, aunque sin dar ningún tipo de información sobre la identidad del pecio del cual procedía la extracción.
Ante la sospecha de que se pudiera tratar de un tesoro español, dado el lugar en el que la empresa había estado operando, el Gobierno Español, presionado por los medios y los investigadores decidió emprender una batalla legal contra la empresa cazatesoros en los tribunales de Estados Unidos donde la empresa había llevado el cargamento. Tras una complicado periodo judicial, el 14 de febrero de 2012, los tribunales estadounidenses dieron la razón definitiva al Estado Español.
Así pues, comenzó el operativo para devolver el cargamento a España, tras lo cual el cargamento, de unas 14 toneladas de peso, fue trasladado por dos Hércules del Ejército del Aire el 25 de febrero de 2012. Finalmente, el 2 de diciembre de ese mismo año, el cargamento fue depositado en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, designado depositario del cargamento definitivo por Orden Ministerial.
El trabajo de Negueruela
Asimismo, Iván ha comentado algunos de los hitos más destacados que ha tenido el Arqua, el que considera uno de los mejores museos de arqueología subacuática del mundo. No en vano, ha asegurado que ha sido víctima de tentativas de soborno en diversas ocasiones. "Los cazatesoros me intentaron comprar", ha dicho. No obstante, ha preferido no entrar en detalles porque cuando no se tienen las pruebas necesarias para demostrar algo "es mejor callarse".
En cualquier caso, su carrera al frente del Museo Nacional de Arquelogía Subacuática ha sido impecable. A sus 70 años ha tenido que retirarse de algunos proyectos que desde hace tiempo tenía entre manos. Especialmente, lamenta no haber podido llevar a cabo la excavación de Nuestra Señora del Juncal, un galeón español hundido en el Golfo de México que según los estudios que realizados podría incluir 160 toneladas de monedas.