No es ya que Pedro Sánchez gobierne a golpe de decreto. Es que lo hace a golpe de triquiñuela. Hay que leerse hasta la última disposición de cada ley, porque uno no deja de encontrarse sorpresas. La más reciente está enterrada, sepultada, bajo la es la que pretende corregir las graves deficiencias de la ley del sí es sí con un desideratum. Afortunadamente en un momento tan tenso de la vida política española también hay tiempo para el humor.
Les pongo en contexto. La ley del sí es sí ha dispensado beneficiados penintenciarios a más de medio centenar de delincuentes sexuales condenados en firme. El Gobierno sabe que tiene que corregirla pero no puede hacerlo sin desautorizar hasta la defunción a la ministra de Igualdad Irene Montero. Así que incluye, enterrado entre los legajos de la reforma del Código Penal, una enmienda transitoria sin ningún valor jurídico para que los jueces se den por enterados de que están aplicando mal la ley. Como si esto funcionara así.
Menos mal que en un momento tan tenso de la vida política española también hay tiempo para el humor y en esto vamos a reconocer que Patxi López se está revelando como una estrella del stand up. Es que es asombroso cómo alguien que lleva toda su vida sentado en parlamentos demuestra que lo desconoce absolutamente todo sobre legislación.
Con la excusa. Es que los jueces están deseando soltar a violadores, ¿saben? Tiene que venir Patxi a decirles que violar está mal. Pero más allá de los gags de Patxi López, hay algo más profundo, más allá de la validez jurídica de este desideratum. Es que no se puede legislar así, utilizando leyes para enmascarar otras reformas o como caballos de troya de disposiciones que nada tienen que ver. Ahora, que tal y como están las cosas, como para pedir que se mantengan la formas.
Bienvenidos a la Brújula, hoy volvemos al horario balompédico porque la Croacia de Modric se la juega contra la Argentina de Messi en las semifinales del Mundial. Aquí se lo contarán Edu García y todo el equipo de Deportes en el Radioestadio del Mundial. Partidazo.
Más que una ley omnibus, lo que ha impulsado el Gobierno esta semana es una ley botillo. Ahí todo apretado, la malversación, la sedición, el Constitucional, la ley del sí es sí… Todo apretadito para quitarse los asuntos incómodos antes de que termine la legislatura. No es de extrañar que uno de los refundadores del PSOE, este sí un verdadero histórico, Alfonso Guerra considere que se está haciendo una peligrosa decantación de la Constitución. Que es una forma finísima de decir que Pedro Sánchez está incurriendo en una mutación autoritaria de la Constitución por la puerta de atrás.
Ha estado muy duro Alfonso Guerra en Más de uno, a las preguntas de Carlos Alsina. Como ninguno de los socialistas que aún se mantienen en activo. Quiero decir, que a Guerra los socialistas de hoy lo consideran una reliquia, así que él habla con una libertad que ningún otro se permite. Por ejemplo, se permite ridiculizar al césar, al Pedro Sánchez que fantasea con cómo le recordará la historia
Y lo más relevante de toda la charla que ha mantenido con Alsina. La certeza, no la certidumbre, ni la sospecha, ni la intuición, la certeza de que Pedro Sánchez accederá a la petición de Esquerra para celebrar un referéndum para la independencia.
Claro que lo más dañino para Pedro Sánchez no es lo que Guerra pueda decir sino lo que están diciendo Junqueras, Rufián y todos los cargos de Esquerra que están hablando muy a las claras de lo que han pactado con el Gobierno de Sánchez y de cómo en tan sólo unos días han logrado avanzar años en sus pretensiones.
Junqueras habla en Radio Nacional y reconoce que el Gobierno está siendo yendo en la dirección adecuada para Esquerra, que por si alguien lo duda es en dirección contraria a los intereses de España. Ese camino, claro es el que conduce al reconocimiento de un derecho a decidir mediante una consulta de independencia
El problema de estas declaraciones es el ya señalado. ¿Con qué credibilidad puede negarlo Pedro Sánchez? Si todo lo que Junqueras ha reclamado se ha cumplido por el momento y todo lo que Sánchez ha prometido que no haría lo ha incumplido. De manera que… no es por nada… ya lo lamento… pero quien goza de más crédito es Junqueras.
Y ahora escuchemos al díscolo intermitente, que es Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha. Ya saben que en el PSOE están el díscolo fugaz, que es el aragonés Javier Lambán y luego el díscolo intermitente, que es Page.
Esta vez el castellano manchego ha ido un poco más allá del habitual pellizco de barón al que nos tiene acostumbrados. Claro que atendiendo al antecedente de Lambán, veremos cuánto le dura la gallardía.