Es contrario a la razón que Griñán siendo consejero de Hacienda desconociera la trama de los ERE. Esto es lo sustancial de la sentencia que lo condena a una pena de seis años de prisión por malversación y prevaricación.
Así que el Gobierno ya tiene los argumentos que esperaba para estudiar el indulto. Cada vez que le han preguntado por el indulto a Griñán, los miembros del Gobierno, los cargos del PSOE, del presidente al apparatchik más raso, repetían lo mismo: "Hay que esperar a conocer los argumentos de la sentencia". Aquí la tienen. 1.200 folios que confirman que durante años el PSOE puso a funcionar en Andalucía una red clientelar que repartió con alegre discrecionalidad cientos de millones de dinero público.
Y que Griñán y Chaves tenían que saberlo. Y que Griñán y Chaves lo consintieron.
Esta frase es literal: «los acusados no han sido condenados por razón de su cargo, sino por haberse probado los distintos presupuestos típicos de los delitos imputados y por haberse acreditado que actuaron con pleno conocimiento de los hechos»
Y ahora el Gobierno que decida si quiere indultar al compañero Griñán.
Griñán y Chaves tenían que saberlo. Griñán y Chaves lo consintieron
El gobierno lleva planchando a la opinión pública desde hace meses. Ya saben que en las operaciones tanto militares como políticos lo primero es preparar el terreno antes de que avance la infantería. Ya se han difundido manifiestos con expresidentes como ilustres abajofirmantes, la familia del condenado ya pidió su indulto antes incluso de conocer los argumentos de la sentencia.
El Gobierno previsiblemente va a indultar a Griñán y muy probablemente, en su argumentario ante la opinión pública se va a agarra al voto particular de dos magistradas del Supremo, que están de acuerdo en lo esencial de la sentencia pero discrepan de la condena de Griñán por malversación.
Será, si lo hace, un suicidio político, porque convertiría en risible cualquier intento de utilizar políticamente la corrupción ajena. Dicen que Griñán no se llevo ni un euro. ¿Y qué? Sostener una red clientelar para convertir tu gobierno en un régimen es corrupción. No hay forma moralmente superior de malversación.
Ustedes, fíjense, si ahora consideramos que hay un tipo de malversación moralmente superior porque responde a un fin político, qué vamos a oponerle a Carles Puigdemont y familia. De hecho, el único argumento inatacable para indultar a Griñán es que Oriol Junqueras está en la calle tan ricamente. Con una salvedad, que aún en el caso inmoral de los golpistas de Cataluña no se trataba del PSOE indultándose a sí mismo, como ahora ocurriría.
Sostener una red clientelar para convertir tu gobierno en un régimen es corrupción. No hay forma moralmente superior de malversación
Claro que da lástima que un hombre entre el cárcel. Pero cualquier hombre. La cárcel es un lugar con el que no conviene frivolizar. Un sitio donde al entrar te quitan los cordones y el cinturón para que no te cuelgues tiene que ser infernal, pero ese argumento que permitiría el indultos de tantos y tantos es bien distinto al que dice que Griñán no se llevó un duro. Porque la corrupción no tiene por qué tener como destino el enriquecimiento personal. Saber que bajo tu mandato tus subordinados reparten dinero publico a discreción y consentirlo es corrupción, se mire por donde se mire. En esto, por el momento, solo ha mostrado el debido pudor Juan Espadas, socialista andaluz sucesor de Griñán, cuando opuso que los códigos del PSOE prohibían firmar peticiones de indulto por corrupción. Claro, que Sánchez, no va a firmar ninguna petición, lo que va a firmar es el indulto.
Europa y su intervención al mercado eléctrico
Lo cierto es que hoy el Gobierno puede al menos alegar que la conservadora presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen, ha presentado un catálogo de intervenciones en el mercado energético que hace sólo unos meses serían vistas como un despliegue socialdemócrata o algo más, incluso.
Bruselas espera recaudar 140.000 millones con el mordisco a los beneficios extraordinarios de las energéticas. Hace unas semanas un titular así hubiera hecho sonar las alarmas del intervencionismo y la fiscalidad agresiva. Quizás sea demasiado exagerado, como dice la vicepresidenta Teresa Ribera, decir que la Comisión Europea está copiando al Gobierno español. Pero lo cierto es que al final se podía.
Ya que estamos en Bruselas, en el turno de réplicas del discurso del estado de la Unión de Von der Leyen se ha dado un intercambio que alude directamente a España. El presidente de los populares europeos le pide más compromiso con el Midcat a la presidenta de la comisión. Y en esto, justo en esto, un proyecto crucial para España porque la convertiría en la suministradora de gas al corazón de Europa, Von der Leyen no está con España. Porque el futuro, dice, es el hidrógeno.
En esto parece que el ascendente de Pedro Sánchez sobre la presidenta de la comisión no ha funcionado.