Hoy Rafa Latorre entrevista al expresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, absuelto después de 15 años de calvario judicial, tras la absolución definitiva de la última de las causas que tenía pendientes, nada menos que diez causas y ha salido bien parado de todas ellas.
Camps cuenta que ha recibido muchas llamadas de cariño y "estoy gratamente sorprendido de verme con tanta fuerza" porque "he llegado a tener cuatro imputaciones a la vez, en cuatro juzgados distintos". "He llegado a declarar a las 4 y a las 5 de la madrugada con la prensa fuera en la puerta".
"Es fundamental para intentar justificar el ataque a cualquier persona, que todos los que están viendo el espectáculo, el aquelarre, lleguen a creerse que verdaderamente no están viendo a una persona, un ser humano". Camps recuerda que "es una de las cosas más tremendas que me ocurrían", y explica que "muchas personas intentaban crear de mí un personaje que nada tenía que ver conmigo".
Según el expresidente de la Generalitat Valenciana, esto forma parte del proyecto de destrucción de la persona. "Es muy difícil que la gente ataque de manera colectiva a un ser humano, es mucho más fácil atacar de manera colectiva a un ser que se convierte en un pelele" y señala que "hace falta una enorme fortaleza para afrontar eso".
Camps recuerda la buena sintonía con Mariano Rajoy ya que "hasta el día de mi dimisión, la relación entre el presidente Rajoy y yo fue extraordinaria, de mucha complicidad, y de muchas ganas de hacer posible que el PP fuese adelante, y de eso es de lo que estoy absolutamente orgulloso".
Respecto a la decisión de dimitir, afirma que lo hizo "con gallardía y con valentía, como se le exige a cualquier mujer u hombre que se dedique a la política, tomé la crítica decisión de dejar, dos meses después de ganar por tercera vez por mayoría absoluta, la presidencia de la Generalitat".
Cuando compara su gestión política con la de Ximo Puig, Camps considera que "Puig ha destruido la capacidad de decisión autonómica de un territorio que tenía capacidad de tomar decisiones sin necesidad de pedir al ministro de Hacienda qué hacer". Para él, los años en los que estuvo al mando fueron "el momento de mayor esplendor de nuestra comunidad".
Para llegar a verse envuelto en esta situación, Camps cree que alguien tenía el afán de trazar un plan para destruirle. Habló con Rajoy y con Cospedal, "pensaba que esto es muy gordo, esto no va de trajes, esto va de una campaña de desprestigio al Partido Popular" y afirma que lleva 15 años "defendiéndome de la nada, porque nunca hubo nada, es lo más complicado que hay en el mundo"
A partir de ahora, le gustaría, en cuanto pueda, volver a la vida política "porque me encanta". Lleva 42 años de militante en el PP y asegura que "me encanta el servicio público, la actividad política" porque cree que todavía puede aportar mucho de su experiencia política.
Cuando se conoció la noticia de su absolución y vio a "tantísimos medios de comunicación, estuvieron a las malas y están ahora a las maduras". Y también tiene una visión positiva para la sociedad valenciana que "en su mayoría, nunca se creyó este follón, lo que me reprochaban es por qué había dimitido".
En todo esto, los estereotipos cumplen un papel que "viene muy bien cuando no sabes muy bien qué hacer respecto a alguna cuestión" y reconoce que "hay un componente de xenofobia hacia los valencianos".
Finalmente, asegura que tenía dos objetivos claros cuando llegó al Gobierno, "cambiar la percepción del valenciano y cambiar la mentalidad colectiva de los valencianos" y considera que lo ha conseguido, puesto que "los de fuera tienen que ver que somos una sociedad moderna y se consiguió. Ahora la Comunidad Valenciana se ve como "el territorio de la modernidad".
