La carta de Ónega a Torra: "Está usted en el momento más glorioso de su vida"

Creo que los periódicos europeos hablan de Torra más que del Real Madrid. Es protagonista de más tertulias que Belén Esteban en el Sálvame. Ocupa más espacios en la radio y en la televisión que el Brexit, Trump y Erdogan juntos. Es lo que se dice un personaje mundial. Un español, perdón, un catalán universal. Se aprecia mucho su capacidad de trabajo, que demuestra una vitalidad sobrehumana.

En cuanto nos descuidamos lo encontramos al lado de Ibarretxe en una marcha que corta una carretera. Hay gente que se escandaliza de ver a un representante del Estado en una protesta contra un poder del Estado, pero usted y yo sabemos la verdad: usted es un líder que está con el pueblo; para ser más exactos, está al frente de esa parte del pueblo que lucha por la independencia, lo cual le otorga el honorable papel de agitador. ¿Va a renunciar a su sueldo de ayer por estar de parranda en vez de estar en su despacho? No, por Dios, cómo puedo decir eso, si el señor presidente está construyendo la república.

Después ponemos la radio a las 12 de la noche lo encontramos haciendo lo que tanto le gusta: una declaración institucional para decirles a los chicos eso de sabemos que no habéis sido vosotros, que son unos infiltrados sabe Dios de qué o sabe Dios de quién. Añado, por ello, a sus méritos laborales una excelsa imaginación creativa, propia de un conspirador. Unos días más, y acaba descubriendo el contubernio judeo-masónico que tanto le gustaba también a Franco. Y esta mañana estuvo en el Parlament escuchando la canción “dimita, señor Torra”, pero usted se sabe ungido por el pueblo, que está por encima de la ley, y no sólo no dimite, sino que anuncia urbi et orbe que esta legislatura es la refinitiva para la autodeterminación, toma España, toma Tribunal Supremo, toma Tribunal Constitucional. Y encima, seguro que encontró tiempo para gestionar los asuntos ordinarios de Cataluña, aunque hay quien dice que lo suyo es el desgobierno. Es que no le entienden, president. Es que un hombre de Estado como usted es difícil de entender.