LA BRÚJULA

La carta de Ónega a Cinta Pascual Montañés: "Oigo, Cinta, tu aflicción"

Y buenas noches, Cinta Pascual Montañés, presidenta del Círculo Empresarial de Atención a Personas. Escuché esta mañana lo que dijo en la Comisión del Congreso de los Diputados. La acabo de escuchar ahora en conversación con nuestro director, Juan Ramón Lucas. Podría dirigirme a usted imitando al poeta: “Oigo, Cinta, tu aflicción”.

ondacero.es

Madrid | 05.06.2020 23:24

Tendría que oirla toda España. Tendría que oírla todo el mundo, porque sus palabras en el Parlamento y en la radio han sido la crónica más desgarradora que se puede hacer de una vergüenza nacional. Querida Cinta: un día nos sorprendió la ministra de Defensa diciendo que la Unidad Militar de Emergencias había encontrado muertos en las residencias de mayores. Nos pareció tan cruel que pusimos en duda su información. Después fuimos conociendo los datos de defunciones. Se nos dijo que era normal, porque los ancianos son la población de mayor riesgo. Al final supimos que más de la mitad de los fallecidos por el Covid eran residentes. Estos días estamos asombrados, escandalizados, por la discriminación que hizo la Comunidad de Madrid, y nos dicen que se envió un protocolo por error. Ahora escuece la verdad que usted ha contado, Cinta.

Los dueños o gestores de las residencias pedían médicos y les daban una baja, parece una burla. Pedían una cama de hospital y les respondían con la saturación y el colapso del sistema sanitario. Llamaban a los gabinetes de los ministros y escuchaban reproches a las comunidades y a los partidos. Compraron miles y miles de epis y batas y mascarillas y se las confiscaron en un aeropuerto porque ustedes no estaban en la lista. Representa usted, Cinta, y también su Círculo Empresarial, la soledad, la impotencia y la desesperanza. No sé cómo se puede resistir el ver morir a un anciano indefenso, a dos ancianos indefensos, a mil ancianos indefensos, a un total de 17.000 ancianos indefensos, y que al otro lado del teléfono nadie atienda su petición de ayuda, su elemental petición de un médico. No sé qué conciencia hay en las administraciones públicas para que entiendan que lo normal en un viejo es morir y no hay por qué curarlo. No sé cómo nadie ha dimitido, Celia, después de escucharla. No sé cómo no hay decenas de detenidos. Porque usted no ha descrito una desatención. Usted ha descrito una matanza de ancianos, querida Cinta Pascual.