en la brújula

La carta de Ónega a los parados: "El estado de bienestar resulta que está siendo un estado de desesperanza.

La carta de Fernando Ónega en La Brújula hoy dirigida a todos los parados

ondacero.es

Madrid | 02.03.2021 23:30

Hoy es obligado saludar a los parados españoles. A los 4.008.789 registrados. A los 44.436 que habéis sido los últimos en ingresar en esa penosa nómina en el mes de febrero. Sobre vosotros pivotó la gran actualidad de este día, por lo que recordaron las crónicas: desde 2016 no se pasaba de los cuatro millones, triste récord para el desconsuelo. Y quién sabe si habrá que añadir alguno, quizá cientos, quizá miles de los acogidos a los ERTE.

¿Qué quieres que te diga, parado? La solidaridad se da por descontada, pero de palabras solidarias no se come. El lamento por tu situación es un recurso fácil, pero me temo que estéril. Y el cabreo… ¿con quién nos podemos cabrear? La oposición lo hace con el gobierno, pero los gobiernos no crean empleo. Con tu empresario podría ser; pero tu empresario hizo lo posible por mantener su plantilla, por no dejar a nadie en la calle, pero no pudo resistir la caída de las ventas, o la persiana bajada, o varios meses seguidos de pérdidas. Incluso los grandes del Ibex, esos que contaban sus beneficios por cientos o miles de millones de euros, consultan con los sindicatos qué despidos podrán hacer. Es el virus, lo sabemos todos.

Es el que provocó los cierres perimetrales y los cierres de hoteles, restaurantes y bares, el que hizo que los taxistas perdieran más del 70 por ciento de su actividad. Ha sido, sigue siendo, como un castigo bíblico que segó vidas y segó tu empleo, parado español. Este escribidor no puede hacer otra cosa que saludarte. No puede hacer otra cosa que ponerse en tu piel; piel de despedido que no sabe cómo terminará el mes de marzo; que ya no puede pensar en una Semana Santa de ocio; que posiblemente no solo perdió su empleo, sino que perdió la confianza en eso que llamábamos estado de bienestar y resulta que está siendo un estado de desesperanza.

En tu nombre, parado, levanto mi voz para decirles a los poderosos: hay cuatro millones de ciudadanos con dificultades para sobrevivir. Políticos de todos los partidos: ya que no os ponéis de acuerdo en nada, intentadlo al menos para socorrer a esta gente, personas como vosotros, que sí se han quedado atrás. Y no dejéis, por el amor de Dios, que esa cifra de 4.008.789 crezca ni una décima más. Os lo pido en nombre de esta nueva emergencia nacional.