Los faros siempre han inspirado a escritores, músicos, cineastas, y el oficio de farero también. Condenado a la desaparición por los nuevos mecanismos automizados.
Hemos localizado a un farero del Faro de Mesa Roldán en Carboneras, Almerís, construido en 1863, Mario Sanz Cruz. "Vivimos a 210 metros sobre el mar con una panorámica bastante envidiable", nos cuenta Mario.
Su historia es muy curiosa, es farero desde hace 27 años, cuando decidió cambiar su vida en Madrid y su bar en Vallecas para dedicarse a esto, "la culpa fue de mi mujer que quería playa y decidí opositar para farero", comenta entre risas.
En todos los años que lleva trabajando en el faro ha visto cosas sorprendentes como un autobús de gente que iba buscando ovnis o un buzo buscando droga debajo del faro.
Además de farero es escritor, con un libro publicado: "Los pájaros de mi playa". Es un guion cinematográfico, "a ver si se lo cuelo a alguien", bromea.
En España quedan unos 40 fareros, "muy pocos y es una pena", concluye Mario.