Nueve días después de que los camioneros y transportistas de España convocaran una huelga indefinida por la subida del precio de los carburantes, la amenaza del desabastecimiento y la falta de suministro azota a varias plantas de producción de España. Ya son cientas las empresas españolas que advierten que en los próximos días podrían dejar de producir ante la falta de materias primas.
En 'El Especialista' hablamos con el economista Gonzalo Bernados sobre los efectos de esta huelga y el origen de las exigencias de los sectores afectados.
El origen de las protestas
"El detonante fue la subida del precio de los carburantes, hasta 36 céntimos desde el año pasado", afirma Bernardos, aunque la crisis deriva de hace tiempo atrás, "cuando las empresas comenzaron a externalizar su actividad y contratar a intermediarios". Esta reforma, que afectó a miles de trabajadores en los años 90, transformó por completo el modelo de producción "haciendo que las empresas grandes se ahorren dinero, los intermediarios lo ganen y que los trabajadores autónomos cobren la escasa cantidad de dinero restante".
La solución al problema de la subcontratación
Este es, según Bernardos, el gran problema que tiene los transportistas en España, y la solución pasaría por "mejorar sus derechos y pagarles mejor" y evitar que, como ya está sucediendo en Reino Unido, "no haya ni un solo camionero inglés dispuesto a cobrar esa miseria". Para ello, el profesor propone "ponerle límites a la subcontratación y que desaparezcan las empresas intermediarias que no tienen ni un solo camión".
"Lo que no puede ser", afirma Bernardos, "es que la generación mejor preparada de la historia de España viva peor que hace décadas", una lucha en la que los profesionales del sector llevan años implicados. El pasado diciembre llegaba al BOE la implantación de medidas que limitaban que los camioneros tuvieran que cargar y descargar obligatoriamente el contenido de sus camiones una vez que llegan a su lugar de destino algo que, según Bernardos, "los empresarios hacen a conciencia para evitar tener que contratar a los cargadores".
Sobre las negociaciones entre los representantes del sector y el Gobierno, el profesor afirma que "se ha cometido un error vinculando a los huelguistas con la extrema derecha", algo que vincula con que "la ministra Raquel González es una recién llegada, no está a la altura de una crisis así".
