El Papa Francisco ha aprovechado su primera visita oficial para sensibilizar a la sociedad sobre la globalización de la indiferencia. La isla de Lampedusa, situada en la Italia más oriental y famosa por ser una de las fronteras meriodionales de Europa, ha sido el escenario ideal de un discurso centrado en la deshumanización de la sociedad y en la falta de sensibilidad ante el sufrimiento ajeno.
Bergoglio ha declarado que "todos somos responsables de los inmigrantes muertos en el mar, en esas barcas que en vez de ser una vía de esperanza se han convertido en un camino de muerte". Durante su discurso, el Papa Francisco ha citado la célebre obra teatral de Lope de Vega, Fuenteovejuna, como un ejemplo de solidaridad.